El presidente palestino, Mahmud Abás, ha instado por carta al papa Francisco a “intervenir de inmediato” para “salvar la histórica presencia cristiana en Jerusalén”, la cual considera que está en peligro
¿Es cierta la afirmación de Abbas?
No. Pero a Efe le llevaba sin cuidado la utilizaciónque de la historia y los hechos hace Abbas, y en cambiolo trataba como si fuese una fuente neutral que tiene un historial fiable.
Pero esto va de otra cosa, en realidad.
Dexter Van Zile, analista de asuntos cristianos de CAMERA, explicaba que una de las mejores maneras (más duradera) para deslegitimar a Israel (de cara a Occidente) es presentarlo como un mal lugar para los no judíos, especialmente para los cristianos. El liderazgo palestino ha comprendido bien esto, y por ello utiliza al cristianismo (y a sus instituciones; incluso llegan a decir que Jesucristo era palestino) como una herramienta más paradifamar a Israel mientras que en los territorios administrados por éste, la atmósfera es de hostilidad hacia los cristianos.
La verdad es que la población cristiana no hace sino crecer en Israel desde 1948. Entre 1949 y 2015, la población autóctona de cristianos de Israel ha aumentado en un 282%. Ningún otro país de Oriente Medio ha experimentado un aumento similar en su población indígena de cristianos. De hecho, algunos países han sufrido pérdidas catastróficas en el mismo período de tiempo, apuntaba Van Zile.
El elemento del que se asía Abbas para avanzar su propaganda anti-israelí era la compra de contratos de arrendamiento por 99 años (renovables otros 99) de tres propiedades de la Iglesia Ortodoxa Griega (la más importante y rica de Tierra Santa, según el diario Times of Israel):
Abás destaca al Papa un caso polémico en el que se ha visto envuelta Ateret Cohanim, que trascendió el pasado junio después de que el Tribunal Supremo israelí validara la venta al grupo procolono de tres edificios que antes pertenecían al Patriarcado greco-ortodoxo.
Antes que nada, los judíos, tiene que recordar el lector, son colonos en Jerusalén (Este): extraños, foráneos. Los árabes, en tanto, como contraparte, tendrán que ser aborígenes.
Por otra parte, la agencia Efe sólo ofrecía una voz: la de Abbas. Ninguna fuente israelí. Ni siquiera una voz de la ONG que menciona. Del Tribunal. Sólo la voz de Abbas diciendo propaganda; que era ofrecida tal cual.
Así, la agencia se daba el lujo de omitir que, como ya informaba el diario Times of Israel el 12 de junio de 2019:
1. El Tribunal Superior dictaminó que la Iglesia Ortodoxa Griega no había proporcionado pruebas suficientes de que los acuerdos se habían hecho de manera fraudulenta.
2. Los jueces del Tribunal Superior criticaron al Patriarcado de la Iglesia Ortodoxa Griega por cambiar su historia a medida que el caso avanzaba a lo largo de los 14 años que duró; señalando que primero afirmaron que los acuerdos eran nulos porque no habían sido aprobados por el Santo Sínodo. Sólo más tarde, en 2014, alegaron que el entonces Patriarca Iranaios había firmado los contratos a cambio de una promesa de la ONG para asegurarle algún tipo de reconocimiento gubernamental aseveración igualmente sin fundamentar.
3. Llamativamente, el Patriarcado no ha renunciado a ningún otro acuerdo firmado por Iranaios y el ex director de finanzas, Nikolas Papadimos. Sólo los tres suscritos con la ONG israelí.
4. El tribunal también dijo que no encontró falta alguna en el fallo del tribunal de primera instancia, que examinó la cuestión en profundidad durante los nueve años que el caso estuvo ante él.
5. En su fallo, el juez del Tribunal Supremo Yitzhak Amit también negó una demanda por parte de las compañías a través de las que la ONG adquirió dichos inmuebles, para que se les pagara una compensación debido a que la iglesia se negó a que tomaran posesión de los contratos de arrendamiento de los edificios.
Es decir, durante 14 se investigó judicialmente el asunto y se llegó a una conclusión (a dos, en realidad que fueron la misma -: en primera instancia y en la superior). Pero el nuevo patriarcado, de la Iglesia griega,no conforme, parece haberse inclinado por la carta victimista (en lugar de haber presentado pruebas sólidas que sostuvieran sus afirmaciones). Una carta que Abbas conoce muy bien. De ahí que la esté utilizando junto a otras de su repertorio (como la demonizadora) -, convirtiendo lo que no es en noticia.