La agencia española de noticias EFE reproducía el 14 de julio de 2014 la denuncia de un médico noruego en Gaza, que afirma que Israel está utilizando un tipo de munición más mortífera.
La agencia publicaba que:
un reputado médico europeo ha denunciado el supuesto uso de un tipo de munición mucho más mortífera, al parecer lanzada desde drones, por parte del Ejército israelí Erik Fosse, catedrático de Cirugía de la Universidad de Oslo, que se trata de proyectiles que al estallar en el suelo desprenden tanta energía que amputan la parte inferior del cuerpo y causan graves quemaduras.
Una denuncia muy seria, sin duda. A lo cual, cabe preguntarse, ¿quién es el Dr. Fosse? ¿Es una voz imparcial?
Si bien la agencia publicaba que un experto legal del Ejército israelí aseguró que Fosse ya ha hecho denuncias como ésta en el pasado que resultaron falsas’ e insistió en que su país respeta las leyes de la guerra’ incluso cuando considera blancos legítimos las viviendas de los milicianos palestinos; no se explica quién es Fosse. Y, es más, el entrecomillado en este caso pone en duda las declaraciones del experto israelí (ya era evidente que se trataba de una declaración indirecta; como en el primer párrafo con la del Dr. Fosse, al que no necesitaron entrecomillarle ninguna palabra).
Entonces, aún queda por responder quién es Fosse. O, mejor dicho, ¿es imparcial y fiable?
Según un artículo de enero de 2009 del diario inglés The Guardian, Fosse estuvo trabajando junto a su colega Mads Gilbert en Gaza durante los primeros diez días de la operación israelí Plomo Fundido. Según el medio inglés, ambos se se convirtieron en rostros del conflicto, describiendo la cruda realidad que estaban viviendo en que los medios internacionales.
Y, más importante aún, The Guardian apuntaba que:
Los dos [Gilbert y Fosse] son activistas pro-palestinos de alto perfil, y Gilbert, un político de extrema izquierda en Noruega, es una figura particularmente polémica, que estado en el centro de las denuncias – que dice que son totalmente absurdas’ – de falsear un reportaje de TV sobre la muerte de un niño de 11 años de edad durante el conflicto. También estuvo bajo el fuego por las declaraciones hechas inmediatamente después de los ataques del 9/11, de los que, ha dicho desde entonces, que se arrepiente apoyó el derecho moral de Al Qaeda a atacar a Estados Unidos.
Es decir, que Fosse es un importante activista pro-palestino y EFE no le cuenta eso a sus lectores.
Pero, más llamativo aún, es lo que contaba la crónica del medio inglés (¡en 2009!):
La mayoría de las heridas que Gilbert y Fosse tuvieron que tratar eran causadas por metralla de proyectiles que explotaron. Pero también se enfrentaron con heridas más inusuales y tan devastadoras. Hemos visto un número de amputaciones muy brutales sin heridas de metralla, que tenemos fuertes sospechas que deben haber sido causadas por las municiones DIME”, dijo Gilbert.
Un DIME, o metal inerte denso explosivo, es un explosivo pequeño experimental que detona con potencia extrema. Si usted está en las cercanías de una munición DIME, es como si sus piernas fuesen rasgadas. Es una ola enorme de presión”, explica Fosse. Es tan poderosa que las personas cercanas a la explosión son rotas en pedazos, aunque no hay ninguna metralla, dijo.
¿Cómo es esto? ¿Hace algo más de cinco años atrás había una munición nueva muy similar (más bien, idéntica, según la descripción del propio Fosse) a la nueva munición actual?
Uno se ve obligado a formularse la siguiente pregunta: ¿existe esa munición? Porque, ¿cómo es que un experto como Fosse no recordaba que había tratado heridas causadas por la explosión esa munición tan particular, cinco años antes?
Recurrir a la hemeroteca hoy en día no es tan problemático como hace unos años. Uno no tiene que ir a ningún lugar, ni ensuciarse los dedos con viejos periódicos. Simplemente se teclea el nombre Erik Fosse en cualquier buscador y se lee esto último aún hay que seguir haciéndolo, sí.