La agencia de noticias Efe daba cuenta… Bueno, no exactamente. Acaso antes bien, agencia de noticias Efe se apoyaba el 12 de marzo de 2024 en un bombardeo israelí contra instalaciones del grupo terrorista – y proxy iraní – libanés Hizbulá para elaborar una curiosa crónica.
Una singularidad que podía confundirse con el desorden con el que se presentaba la información, pero que al final revelaba una suerte de método de insinuación.
Por ejemplo, al comienzo (primerísimo primer párrafo) se encontraba la siguiente frase: “… desde que se iniciaron las hostilidades en la frontera entre ambos países”.
¿”Se iniciaron”?
Ese era un buen momento para dejar claro que Hizbulá fue quien inició esas hostilidades, y no al fondo del texto y de manera errónea: “Las partes están enzarzadas en intenso fuego cruzado desde el pasado 8 de octubre, un día después de la guerra de Gaza… Hizbulá… comenzó las hostilidades en solidaridad con las milicias islamistas de la Franja…”.
Amén de las violaciones constantes por parte de Hizbulá a las condiciones de cese en la frontera entre Israel y el Líbano, el 8 de octubre era el día posterior al brutal ataque y a la masacre perpetrada por el grupo terrorista Hamás (que Efe, claro está, no menciona), el día posterior a la abducción de ciudadanos israelíes hacia Gaza; la respuesta a dicha agresión.
Así pues, llamar a posteriori “guerra de Gaza” lo que fue una agresión palestina en suelo israelí, no sólo es incorrecto, sino que pretende alterar la percepción causal de la misma.
Lo mismo que hacía la agencia con el suceso puntual del que daba cuenta en la noticia, presentando de entrada al grupo terrorista chií como la parte que respondía a un bombardeo israelí. Como a esa altura no se indicaba que este grupo había iniciado las hostilidades – probablemente ningún lector pasara de los primeros párrafos -, a la audiencia le quedaba una imagen invertida: Israel como “agresor”.
La agencia, además, no explicaba el motivo de la operación israelí ni en el primer párrafo, ni en el segundo – como hacía, por ejemplo, la CNN -; antes, era más relevante para Efe indicar que era la segunda vez que Israel lleva a cabo una acción en esa región. Y, cuando lo hacía, recién en el quinto parágrafo, era manera incompleta, diciendo que “la ofensiva en el valle de Bekaa” era, según el ejército israelí, “en respuesta a los ataques con drones lanzados por Hizbulá hacia los Altos del Golán en los días recientes”.
Por su parte, la mencionada cadena de noticias estadounidense indicaba en los primeros dos párrafos de la crónica al respecto que:
“Aviones de combate israelíes atacaron dos complejos de Hezbolá en el valle libanés de Bekaa en respuesta a los ataques aéreos lanzados hacia los Altos del Golán en los últimos días, informaron el lunes las Fuerzas de Defensa de Israel.
‘Los sitios pertenecen a las fuerzas aéreas de Hezbolá que planearon y llevaron a cabo varios ataques contra el Estado de Israel’, dijeron las Fuerzas de Defensa de Israel en un comunicado”.
¿Se nota la diferencia?
Podría presumirse inexperiencia profesional, o una torpeza nunca subsanada; mas, el error, o la negligencia siempre inclinan la balanza del retrato que surge de las crónicas hacia un mismo lado, hacia una misma sugerencia. Lo que lleva a sospechar de la centralidad de otro elemento en la en la confección sistemática de la “pifia”.