El diario de Navarra reproducía el 1 de diciembre de 2014 una crónica de la agencia de noticias Reuters que daba cuenta del ataque con arma blanca de una mujer palestina contra un israelí. Pero el diario español no publicaba la crónica de manera fiel; en su lugar, optaba por cambiar el sujeto de la noticia, transformando a la victimaria, en una víctima.
Diario de Navarra señalaba (Herida por disparos una mujer palestina tras apuñalar a un israelí):
Una mujer palestina ha resultado herida tras ser abatida a disparos por las fuerzas de seguridad israelíes después de que apuñalara a un israelí en Cisjordania, han informado las Fuerzas de Defensa y la Policía israelí.
Mas, la crónica de Reuters (Palestinian woman stabs Israeli, shot by security forces Mujer palestina [que] apuñala a un israelí, abatida por fuerzas de seguridad) ponía el foco de la información en el ataque perpetrado por la mujer palestina. Ser abatida fue una consecuencia directa de la agresión llevada a cabo por dicha mujer:
Una mujer palestina apuñaló a un israelí en la Cisjordania ocupada el lunes y luego las fuerzas de seguridad le dispararon y la hirieron, dijeron el ejército y la policía.
¿Qué llevaría al medio español que por lo demás reproducía de manera precisa la crónica de Reuters a cambiar el foco de la información, transformando a la victimaria en una víctima?
¿Se puede llegar involuntariamente por error a tal deformación de la realidad?
En tanto, la verdadera víctima, el israelí agredido, era una mera mención abstracta que apenas si servía para ofrecer un contexto a la noticia: la palestina herida.