Al parecer el sonido de las sirenas en el sur de Israel alertando a la población del lanzamiento de un cohete desde Gaza no fue suficiente para imponerse al “Cauto silencio de Israel tras la oración por la paz en el Vaticano”. Para el diario argentino Clarín (10 de junio de 2014), es irrelevante que, mientras Abbas rezaba en el Vaticano, en la Franja de Gaza, sus nuevos socios de gobierno, lanzaban un ataque terrorista contra el Estado judío.
Ni el sonido de las sirenas ni el de las declaraciones y acontecimientos dentro del nuevo gobierno de “unidad” palestino.
En su lugar, se centraba en… Israel como dificultad y sujeto activo.
El diario señalaba que:
“El gobierno del premier israelí, Benjamin Netanyahu, mantuvo ayer un cauto silencio ante la misión en el Vaticano del presidente Shimon Peres, que calificó como una ocasión de “carácter histórica” la oración conjunta por la paz en Medio Oriente que realizó el domingo con el líder palestino, Mahmud Abbas, y con el Papa Francisco en la Santa Sede.
La presencia de Peres en los Jardines Vaticanos contó con la aprobación amplia del sector nacionalista de Netanyahu, pero horas después de la conclusión de la cumbre ni el premier ni su canciller hicieron declaraciones y varios miembros del gabinete pusieron en evidencia las discrepancias internas sobre la estrategia a seguir ante el llamado a relanzar el diálogo de paz, robustecido por la oración común en el Vaticano.
El diálogo quedó virtualmente roto en abril cuando Netanyahu rechazó el gobierno de unidad palestino entre Hamas y Al Fatah por considerar que era un “pacto terrorista”, ya que el grupo islámico no reconoce a Israel”.
Antes que nada, el silencio no tan silencioso. Sólo bastaba querer oir. Si bien no se refirió directamente al encuentro en el Vaticano, el Primer Ministro israelí declaró el 8 de junio de 2014, durante una vistita a una base de la Policía de Fronteras en Jerusalén que:
“Todos rezamos por la paz. El pueblo judío ha estado orando por la paz cada día durante miles de años. Hasta que la paz llegue, continuaremos fortaleciéndolos – personal de la Policía de Fronteras y del Ejército de Defensa – para que puedan continuar protegiendo al Estado de Israel. Al final, esto es lo que asegura nuestro futuro y, al final, esto es lo que también traerá paz”.
Más que silencio, una mensaje alto y claro.
Y, a todo esto, ¿qué dijeron los líderes de Fatah y Hamas sobre la reunión en el Vaticano? ¿Qué dijeron los líderes del “brazo armado” de Fatah?
Además, ¿qué es Hamas? ¿No está considerado grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, entre otros?
Por otra parte, el diálogo había “quedado virtualmente” antes del anuncio del gobierno de unidad. La Autorida Palestina había publicado el 3 de abril de 2014, según Ynetnews.com, una lista de demandas palestinas para continuar con las conversaciones de paz. Lo paradójico, es que dicha lista no dejaba nada para ser negociado.
Sumado a que, como informaba el 20 de abril de 2014 el diarioThe Times of Israel:
“El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas amenazó con disolver la Autoridad Palestina y desmantelar las fuerzas de seguridad palestinas en Cisjordania si las negociaciones de paz con Israel fracasan.
De acuerdo a fuentes palestinas citadas por Yedioth Ahronoth el domingo, Abbas y altos funcionarios de la AP están considerando una movida drástica, que implicaría la cancelación de los Acuerdos de Oslo de 1993…”.
Se trataba de la misma amenaza que ya formulara en 2012, 2010, 2009, 2008y 2007. Es decir, cada vez que hay que negociar con Israel. La idea es obtener, no conceder y decir que se ha “negociado”.
Igualmente, del ataque con un cohete desde Gaza ocurrido el mismo día luego de la reunión en el Vaticano, ni noticia. El del día anterior, tampoco. De los 108 misiles lanzados desde la Franja hacia Israel en lo que va de año, nada.
Los ojos bien cerrados…
Y, entonces, transitando del “cauto silencio” al runrún político , Clarín ofrecía una breve relación del malestar y los desencuentros dentro del coalición de gobierno israelí:
“Según la prensa israelí, al reunirse en el Vaticano con Abbas, Peres puso en dificultades al premier, quien ordenó semanas atrás la suspensión de las negociaciones con los palestinos.
Expresiones de disonantes de la línea rígida de Netanyahu hacia los palestinos se conocieron ayer. La ministra de Justicia, Tzipi Livni, instó allí a una reanudación de las negociaciones de paz, mientras que su homólogo de Interior, Gideon Saar, se mostró favorable al mantenimiento del statu quo.
El responsable de Economía, Naftali Bennett, del partido nacionalista religioso Hogar Judío, declaró que Israel debía empezar a anexionar partes de Cisjordania, a lo que el ministro de Finanzas, Yair Lapid, del partido centrista Yesh Atid, respondió que en tal caso su formación dejaría la coalición haciendo caer el gobierno”.
El medio argentino decidía obviar, en esta oportunidad, las palabras y desacuerdos en el seno del liderazgo palestino.
Así, por ejemplo, soslayaba las palabras del líder de Hamas, Ismail Haniye en la víspera del acuerdo de gobierno de unidad entre Fatah y Hamas. Según la organización Palestinian Media Watch (PMW, 1 de junio de 2014), Haniye declaró:
“La reconciliación está destinada a unificar al pueblo palestio contra el mayor enemigo, ‘el enemigo sionista’, y a continuar con la opción de ‘resistencia’”.
[Al-Hayat Al-Jadida, May 28, 2014]
“Aquellos que liberaron Gaza, con la ayuda de Alá, pueden liberar Jerusalén, Cisjordania y el resto de Palestina (i.e. Israel)”.
[Al-Aqsa TV (Hamas), May 29, 2014]
¿Por qué si se incluyen las declaraciones de Bennett, se dejan de lado estas declaraciones de Haniye?
La misma PMW apuntaba el 8 de junio de 2014quem el ex portavoz del gobierno de Hamas, Ihab al-Ghussein, anunció que en reuniones privadas con Hamas, Mahmoud Abbas insiste en que está mintiendo en sus declaraciones públicas con el fin de “engañar a los estadounidenses”:
”Cuando hablo [en público] y digo que el gobierno [de la AP] es mi gobierno [Abbas] y que reconoce a ‘Israel’ y así sucesivamente; bien, estas palabras están destinadas a engañar a los estadounidenses”.
Pero estas declaraciones, para Clarín, no tienen nada que ver con el conflicto, con el final de las negociaciones. Con nada. Es más, los palestinos no parecen tener responsabilidada alguna; a fin de cuentas eso es lo que trasluce de la laguna informativa de estas palabras y de la crisis en el gobierno de “unidad” palestino de la que daba cuenta el diario Times of Israel el 6 de junio de 2014, que tiene que ver con las actividades políticas y terroristas en Cisjordania:
“En los últimos días, los activistas de Hamas en Hebrón han tratado de organizar manifestaciones masivas por el día de la Naksa, que marca la derrota sufrida durante la Guerra de los Seis Días de 1967.
Pero las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina tomaron las reuniones como un reto. Según Hamas, algunos de sus miembros fueron detenidos en Hebrón”.
Demás está señalar que la derrota la sufrieron Jordania, Siria y Egipto (otros países árabes tuvieron papeles menores en el conflicto).
Pero el diario argentino decidió poner todos los huevos informativos en una misma cesta y transformar un conflicto de dos partes en un problema israelí de coexistencia de tendencias contradictorias; y, claro está, de intransigencia, obcecación e iniquidad.
Clarín, creyéndose un Ulises moderno confundió ninfas marinas y alarmas; imparcialidad y sesgo. Tal vez el diario argentino debería soltarse del mástil de la unicidad informativa y exponerse a la pluralidad de voces, a los hechos, a los contextos, a la historia.