(Originalen inglés en www.camera.org)
La oficina de CAMERA (7 de marzo de 2013) en Israel indujo correcciones en la edición en inglés del diario Ha’aretz, cuya historia de la semana pasada contenía dos inexactitudes factuales en lo relativo a la controversia alrededor de las inyecciones del anticonceptivo Depo-Provera administradas a mujeres etíopes. Tal como CAMERA informó a principios de esta semana, el artículo (Ministro israelí dispara la controversia al nombra equipo para examinar el control de natalidad sobre [la población] etíope):
repite una falsedad que apareció por primera vez en la edición en inglés de Ha’aretz‘s el 28 de enero, según la cual el Director General del Ministerio de Salud, el Profesor Rami Gamza, supuestamente había confirmado las afirmaciones sobre la aplicación forzada de las inyecciones de Depo-Provera – anticonceptivos de larga duración – a mujeres etíopes con el fin de disminuir la tasa de natalidad de los inmigrantes de esta comunidad. El artículo de una página expone lo siguiente:
Hace aproximadamente un mes atrás, el Director General del Ministerio de Salud, el profesor Rami Ganzu indicó que puede haber habido algún tipo de normativa en este sentido cuando instruyó a los cuatro organismos sanitarios para que detuvieran la administración de inyecciones de Depo-Provera como un asunto en curso. El Ministerio y otras agencias estatales negaron con anterioridad tener conocimiento o responsabilidad por dichas prácticas.
La carta de Gamzu instruye a todos los ginecólogos del servicio médico para que ‘no renueven las prescripciones de Depo-Provera de las mujeres de origen etíope si, por alguna razón, existe la sospecha de que entienden las ramificaciones del tratamiento‘.
La interpretación selectiva de la carta de Gamzu, por parte de la edición inglesa [de Ha’artez] implica dos omisiones serias. En primer lugar, al contrario de la formulación del traductor en la cual la carta de Gamzu indicó que en efecto puede haber habido’ una normativa para someter a las mujeres etíopes a estas inyecciones en contra de su voluntad y sin ser informadas de los efectos secundarios posibles, la carta explícitamente negó cualquier confirmación de dichas afirmaciones. Notablemente, la versión en hebreo del mismo artículo, pero no la inglesa, incluyó este extracto adicional clave de la carta de Gamzu, que aparece en negrita a continuación (la traducción es de CAMERA):
Hace aproximadamente un mes atrás, el Director General del Ministerio de Salud, el profesor Rami Ganzu envió una directiva a los cuatro centros de salud para que no suministraran de manera automática la inyección a las mujeres etíopes. Sin adoptar una posición o determinar los hechos acerca de las afirmaciones con respecto a este asunto, escribió el director general, pido que todos los ginecólogos trabajando en o con los organismos sanitarios no renovar las recetas de Depo-Provera para las mujeres de origen etíope o a otras mujeres si por alguna razón hay sospechas de que no pueden comprender las ramificaciones del tratamiento.
Hace un mes, el director general del Ministerio de Salud, el profesor Roni Gamzu instruyó a los cuatro centros de salud para que detuvieran la administración de inyecciones de Depo-Provera como un asunto en curso. El Ministerio y otras agencias estatales negaron con anterioridad tener conocimiento o responsabilidad por dichas prácticas.
Sin adoptar una posición o determinar los hechos acerca de las afirmaciones con respecto a este asunto’, escribió el director general, quisiera encomendar, de ahora en más, a que todos los ginecólogos trabajando en o con los organismos sanitarios no renueven las recetas de Depo-Provera para las mujeres de origen etíope o de cualquier otro [origen] – si por alguna razón existe la mínima duda de que no han comprendido las implicaciones del tratamiento’.
Para correcciones anteriores que CAMERA y su sitio en hebreo, Presspectiva, han suscitado de Ha’aretz, véase aquí.
Véase, también, el artículo de ReVistasobre la cobertura de este tema.