Una de tantas distorsiones es que la valla de seguridad recorta el 50 por ciento del territorio de Cisjordania. De hecho, 93 por ciento de Cisjordania permanece al este del límite. (El otro 7 por ciento se separa para proteger grandes centros de población israelíes de los terroristas suicidas y otros terroristas que se han infiltrado libremente para matar hombres, mujeres y niños inocentes.)
Constantemente se presentan las medidas de seguridad israelíes como acciones arbitrarias y malintencionadas, diseñadas con el sólo propósito de “destruir” a los palestinos, sin que hayan indicios de que el estado judío necesite defenderse contra ataques letales.
Esta distorsión de los detalles y los conceptos más amplios tiene la intención de dañar a Israel, pero la cruzada contra Israel emprendida por un importante sector de la prensa también afecta a los lectores, negándoles un entendimiento preciso del conflicto.