BBC: Obstáculo para comprender asuntos relativos al agua

Reserva natural de Kfar Baruch http://www.goisrael.com/tourism_eng

En la sección de agua de la serie “Obstáculos para la paz” de BBC (23 de mayo de 2007), Martin Asser dice: “La retórica del Medio Oriente describe con frecuencia el problema del agua como un conflicto existencial donde no hay ganadores; en este conflicto se presenta a Israel como una esponja malévola que absorbe los recursos del agua de los árabes, o a los despiadadamente hostiles árabes como una amenaza a la existencia de Israel al negarle el agua vivificante”. Asser mismo es culpable de la primera de estas descripciones al presentar a los israelíes como ladrones derrochadores y entrometidos:… “cientos de miles de inmigrantes” que explotan a las “poblaciones autóctonas, principalmente a los campesinos palestinos”.

Al presentar una imagen del derroche del agua que hacen los usuarios israelíes, Asser escribe:

“Además de sus números escarpados, los ciudadanos del nuevo estado tenían la intención de llevar a cabo agricultura comercial con grandes requerimientos de agua, como el cultivo de bananos y frutas cítricas.”

Cuando se fundó Israel, la industria agrícola de los árabes palestinos estaba igualmente “resuelta” a cultivar productos agrícolas con grandes requerimiento de agua, tales como frutas cítricas. (Piensen la frecuencia con que los refugiados palestinos recuerdan los campos de cítricos que dejaron atrás en 1948). Desde entonces, los israelíes han intentado pasarse a cultivos valiosos con baja necesidad de agua, como por ejemplo flores para el lucrativo mercado de invierno de Europa. Debido a que las flores no son un cultivo comestible, como un beneficio adicional, se puede utilizar agua reciclada en vez de agua potable en su cultivo. Desafortunadamente,la población de Gazase opuso a las solicitudes israelíes de exportar igualmente flores en lugar de cítricos.

Actualmente, Israel es un líder internacional en la investigación pionera sobre medidas de conservación, riego por goteo, desalinización, cultivos eficientes en el uso de agua y el reciclaje del agua de desecho. Las innovaciones vanguardistas alcanzadas por el Instituto Blaustein para la Investigación sobre el Desierto de la Universidad de Ben Gurión del Neguev y el Instituto de Investigación del Agua del la Universidad Tejnion se han introducido en diferentes países por todo el mundo. Por ejemplo, los investigadores están contemplando la conveniencia de cultivar bananos e irrigarlos con agua reciclada, debido a la relativa resistencia a la sal y la alta demanda de nutrientes de este cultivo; además existe la posibilidad de utilizar la irrigación por goteo para evitar el contacto directo del agua con la fruta. Asser ignora todos estos desarrollos críticos de la actualidad.

Acuíferos de Cisjordania
Asser no es el primero en alegar falsamente que Israel está robando agua de Cisjordania al escribir:

“En la guerra de 1967 Israel obtuvo un control exclusivo de las aguas de Cisjordania y el Mar de Galilea, aunque no del Litani.

Estos recursos, el acuífero de montaña de Cisjordania y el Mar de Galilea, le proporcionan a Israel alrededor de 60 por ciento de su agua fresca, un millón [sic- debería ser billón]de metros cúbicos (1 Mm3) anuales.

Se dan discusiones acaloradas y furiosas acerca de los derechos sobre el acuífero de la montaña. Israel y los asentamientos israelíes toman aproximadamente el 80% del flujo del acuífero, dejándoles a los palestinos el 20%.”

¿Cuáles son los hechos? Hay dos, no solo uno, acuíferos en Cisjordania que montan a horcajadas el límite entre el Israel anterior a 1967 y Cisjordania. Por lo tanto, debido a que Israel tenía acceso a estas fuentes de agua antes de 1967, no ha “obtenido un control exclusivo” después de la Guerra de Seis Días. Según se documenta en el artículo de CAMERA “¿Utiliza Israel aguas palestinas?”:

“El Acuífero Occidental, con una producción anual de 360 Mm3, se alimenta de lluvia que cae en las laderas occidentales de las montañas cisjordanas de Judea y Samaria. El agua se filtra a través de una superficie rocosa porosa hacia el acuífero, muy por debajo de la superficie, y luego fluye naturalmente hacia la línea costera israelí. Barreras hidrológicas naturales evitan que las aguas realmente alcancen la costa, y más bien el agua emerge en manantiales naturales que están casi en su totalidad en Israel. (Jehoshua Schwarz, “Recursos de agua en Judea, Samaria y la Franja de Gaza”, en Judea, Samaria y Gaza, ed. Daniel Elazar, 1982; Eyal Benvenisti y Haim Gvirtzman, “Aprovechar la ley internacional para determinar los derechos del agua israelí y palestina: El Acuífero de Montaña” en Natural Resources Journal, V 33, Verano 1993)

Las salidas principales del Acuífero Occidental son los manantiales de Rosh-Ha’ayin cerca de Petah Tikva en el centro de Israel, y los manantiales de Tannanim en el norte de Israel, cerca de Hadera. Con una producción anual de más de 300 Mm3, estos manantiales se utilizaron por milenios. Su descarga descontrolada creó grandes pantanos que los pioneros sionistas drenaron a comienzos del siglo, permitiendo de este modo que finalmente el agua fluyera y se aprovechara. (Schwarz, Pág. 91). Esto es especialmente importante porque de acuerdo con la ley internacional, el desarrollo de fuentes de agua y su uso permanente son los elementos claves para establecer derechos sobre el agua. “

Ahora bien, el Acuífero del Norte ((Nablus-Gilboa), con una producción anual segura de 140 Mm3, se alimenta por la lluvia que cae en las laderas del centro-norte de las montañas de Samaria. La mayor parte de la zona de captación del acuífero está en Cisjordania, pero, de nuevo, la mayor parte del agua de pozos y manantiales emerge en el Israel anterior a 1967 (Benvenisti y Gvirtzman, 559).

Asser reconoce el hecho de que el agua de los acuíferos es accesible en su mayor parte en las áreas costeras israelíes, pero lo formula en términos de un reclamo israelí.

“Israel dice que la porción de agua que utiliza no ha cambiado sustancialmente desde los años 1950. La lluvia que recarga el acuífero puede caer en el territorio ocupado, pero el agua fluye efectivamente hacia el Israel anterior a 1967.”

Además, Asser oculta el hecho de que la proporción israelí de la utilización del agua de los acuíferos de Cisjordania ha disminuido desde los años 1950. Por lo tanto, la porción de Israel del agua del Acuífero Occidental, que era de 95 por ciento antes de 1967, se ha reducido al 83 por ciento, mientras que la porción palestina del agua del acuífero se ha incrementado significativamente. De igual manera, la proporción del agua del Acuífero del Norte de Israel, que ascendía a 82 por ciento antes de 1967, ha disminuido al 80 por ciento.

Aunque Asser se apresura en señalar en sus escritos cuando cree (erróneamente) que Israel viola la ley internacional, ignora el dato de que el uso israelí de esta agua, que fluye a través de áreas palestinas pero es accesible principalmente en Israel, es consistente con la ley internacional. Las normas legales pertinentes son las Normas de Helsinki ((1966), conforme se suplementan por las Normas de Seúl (1986), las cuales, según una autoridad destacada, se puede resumir así:

  1. Condiciones humanas, es decir, las necesidades reales de las comunidades que dependen del agua, toman precedencia sobre las propiedades naturales que existen en la cuenca.
  2. Entre las condiciones humanas, se da prioridad a los usos pasados y actuales, a expensas de los usos potenciales. (Eyal Benvenisti, La ley internacional y el Acuífero de Montaña, en Agua y Paz en el Medio Oriente, Jad Isaac e Hillel Shuval, eds., 1994, énfasis añadido)

Estas mismas directrices las han invocado: Egipto con respecto a las aguas del Nilo (Egipto está río abajo de Etiopía, Sudán, Kenya y una serie de otros países africanos), Irak y Siria con respecto a las aguas del Tigris y el Éufrates (Irak y Siria están río abajo de Turquía), y por Jordania con respecto a las aguas del Yarmouk (Jordán está río abajo de Siria) (Arnon Sofer, Ríos de Fuego: El conflicto por el agua en el Medio Oriente, Rowman y Littlefield, 1999). Es decir, si la BBC quiere acusar a Israel de robar aguas palestinas, entonces, ¿dónde están los relatos acerca de que Egipto “roba” agua keniana o que Irak “roba” agua turca?

Al elucubrar sobre el supuesto despilfarro egoísta de Israel, Asser dice:

“Además, Israel asigna a sus ciudadanos, incluyendo a los que viven en asentamientos en Cisjordania, que se consideran ilegales bajo la ley internacional [sic], entre tres y cinco veces más agua de la que tienen los palestinos.”

Aunque los israelíes, tanto judíos como árabes, utilizan más agua per cápita que los palestinos, la proporción es mucho menor de lo que Asser afirma. En 1995, por ejemplo, el uso anual per cápita de Israel era de 308 m3 (rectificados por el uso de agua reciclada), mientras que el uso de los palestinos de Cisjordania era de 124 m3, una proporción de 2.5 a 1 (basado en datos del Resumen estadístico de Israel, 1996).

Usoen Cisjordania

A partir de la obra de Asser los lectores de BBC no tienen forma de saber que durante la administración israelí del área desde la Guerra de los Seis Días, las ciudades árabes de Cisjordania han mejorado dramáticamente su disponibilidad de agua.

Por ejemplo, en el período que va desde 1967 a 1995 los palestinos de Cisjordania aumentaron el uso de agua doméstica en 640 por ciento, desde 5.4 millones de metros cúbicos a 40 Mm3. Esto se dio conforme Israel conectó cientos de ciudades de Cisjordania a su portador de agua nacional y perforó, o permitió que los palestinos perforaran, una gran cantidad de pozos importantes además de innumerables pozos privados. Israel también bombea agua de sus propias fuenteshacia el otro lado dela Línea Verde a una tasa de más de 40 Mm3 anuales. Solo el área de Ramala recibe más de 5 Mm3 anuales a partir de fuentes israelíes.

Ciertamente, el hecho que Israel, un país árido, proporcione agua a Jordania, además de los palestinos, debilita la descripción de Asser con respecto a que Israel roba agua árabe. (Por muchos años Israel también ha suministrado agua a aldeas del sur de Líbano, aisladas por el gobierno libanés.)

Mar de Galilea

Con respecto al Mar de Galilea, Asser tergiversa los bordes históricos entre Israel y Siria para sugerir que Israel está robando agua siria:

“Siria quiere que Israel se retire a los límites del 5 de junio de 1967, lo que le permitiría a Siria el acceso a los ríos Jordán y Yarmouk. Israel quiere utilizar los límites que se remontan a 1923 y el Mandato Británico, que le otorgan estas áreas a Israel.”

Primero, el sudeste de Siria tiene sólo un límite reconocido internacionalmente: la línea negociada en 1923 entre los británicos, que tenían el Mandato Palestino, y los franceses, responsables por el Mandato Sirio. Este límite se localizaba al este del Mar de Galilea, y por lo tanto, todo el valle del Río Jordán y el río Yarmouk quedaban dentro del Mandato Palestino. En la guerra de 1948, tropas sirias cruzaron esta línea y alcanzaron la orilla del Mar de Galilea.

Lo que Asser llama “el límite del 5 de junio de 1967” no es más que una línea de armisticio establecida por el Acuerdo de Armisticio entre Israel y Siria del 20 de julio de 1949; el acuerdo estipula claramente:

“La línea descrita en el Artículo V de este Acuerdo se designará como la Línea de Demarcación del Armisticio… El propósito principal de la Línea de Demarcación del Armisticio es delinear la línea más allá de la cual las fuerzas armadas de las Partes respectivas no deberán moverse… (Artículo III)

Se enfatiza que las disposiciones para la Línea de Demarcación del Armisticio entre las fuerzas armadas israelíes y sirias y para la Zona Desmilitarizada no se deben interpretar como si tuvieran relación alguna con las disposiciones territoriales finales que afectan a ambas Partes de este Acuerdo. (Artículo IV)”

Además, de hecho, el Acuerdo de Armisticio no colocó los ríos Jordán y Yarmouk en territorio Sirio. Por el contrario, el acuerdo estableció el área entre la orilla del Mar de Galilea y el límite de 1923 como una zona desmilitarizada. Artículo V (5):

“En los sitios donde la Línea de Demarcación del Armisticio no corresponde al límite internacional entre Siria y Palestina, el área comprendida entre la Línea de Demarcación del Armisticio y el límite, hasta tanto se defina un arreglo territorial final entre las Partes, se establecerá como una Zona Desmilitarizada, de la que se excluirán completamente las fuerzas armadas de ambas Partes, y en la cual no se permitirán actividades de fuerzas militares o paramilitares.”

Adicionalmente, es ridículo sugerir que el control de Israel del Mar de Galilea o de los ríos Jordán y Yarmouk pone en peligro de alguna forma el suministro de agua de Siria. Siria extrae el 85 por cientos de su agua de los enormes ríos Tigris y Éufrates, así como del Orontes, por lo que no enfrenta escasez.

Acción unilateral israelí

Al denunciar de nuevo a los confiscadores de agua israelíes, Asser anota:

“En el Siglo XXI Israel ha tratado de resolver el problema palestino unilateralmente, mediante la retirada de tropas y colonos de Gaza y la construcción de una valla alrededor de áreas de Cisjordania con una gran concentración de palestinos… “

Asser ignora el hecho de que cuando Israel se retiró de Gaza en el verano de 2005, dejó atrás los pozos y las instalaciones para limpiar agua en cada asentamiento. Y, de la misma forma en que Israel proporcionaba a la Franja de Gaza 4 Mm3 de agua anualmente antes de la retirada, continúa haciéndolo actualmente, a través de la Línea de Kissufim del Portador de Agua Nacional.

La culpabilidad árabe se elimina

Y, al igual que en la obra escrita sobre Jerusalén, en esta sección Asser minimiza e ignora los hechos que contradicen su tesis. Por ejemplo, elimina la culpabilidad árabe cuando escribe:

“La Guerra de los Seis Días en 1967 tuvo sus orígenes en una disputa de agua: movimientos para desviar el Río Jordán, la fuente principal de agua potable de Israel.”

¿Los “movimientos” de quién? No lo dice. En este caso, Siria es la parte beligerante que viola la ley internacional. (También Asser resalta el papel del agua como causante de la Guerra de los Seis Días, aunque el agua fue uno de muchos factores. Otros factores influyentes incluyen la imposición de Egipto de un cierre ilegal del Estrecho de Tirán para la navegación israelí, la concentración de tropas en los límites sur y norte de Israel, la retórica belicosa árabe que llamaba a la aniquilación de Israel, y la expulsión de Egipto de las Fuerzas de Emergencia de las Naciones Unidas que servían entre Israel y Egipto. Pero Asser arroja dudas sobre el hecho ampliamente conocido de que los enemigos árabes de Israel forzaron a Israel a lanzar un ataque preventivo; esto se evidencia en su declaración: “Israel dice que se le forzó a emprender la guerra de 1967 debido a la amenaza inminente de los países árabes hostiles…”)

De igual manera, Asser olvida mencionar cualquier información que ponga la responsabilidad por la escasez de agua en el lado palestino. Por lo tanto, no menciona que cuando Israel entregó gran parte de la Franja de Gaza a los palestinos en 1993 en virtud de los Acuerdos de Oslo, dejó atrás una planta de tratamiento de aguas. Sin embargo, los palestinos dejaron de operar la instalación. Además, en el lado palestino se ha producido un enorme despilfarro. Por ejemplo, cuando Israel tuvo el control total de Gaza antes de 1993, impuso leyes contra la excavación ilegal de pozos. Sin embargo, después de 1993, las autoridades palestinas omitieron tomar medidas enérgicas contra esta práctica, lo que dio como resultado 2.400 pozos no autorizados, que drenan 70 Mm3 provenientes de niveles freáticos bajos.

Adicionalmente, Shlomo Dror, vocero de la Coordinación de Actividades en los Territorios, quien sirve en un comité conjunto de funcionarios israelíes y palestinos para tratar asuntos relativos al agua en Gaza, le dijo a CAMERA que después de la retirada israelí, los palestinos pueden llevar a cabo en Gaza casi cualquier cosa que quieran a través del límite Philadelphi con Egipto. Dror indica, “Si quieren traer agua desde Egipto, probablemente lo hagan. Pueden comprar lo que quieran de cualquier parte del mundo”, y agrega que el límite Egipto-Gaza se ha vuelto el punto de ingreso de todo tipo de armas. A pesar de su abundante suministro gracias al Río Nilo, hasta ahora Egipto se ha negado a suministrar agua a los palestinos. (El consumo per cápita de Egipto es el segundo más alto en la región,apenas después de Siria).

Conclusión

Al final, Asser anota que “Los hidrólogos dicen que se deben encontrar soluciones conjuntas” y que “ambas partes necesitan mejorar la conservación y el reciclaje”. Asser concluye correctamente que “Israel y los Palestinos deben trabajar juntos, porque no pueden sobrevivir como combatientes”. Esta meta loable no se atiende al amontonar toda culpa sobre Israel, que a pesar de sus escasas provisiones ha ayudado a sus muchos vecinos, a la vez que se ignora totalmente la responsabilidad árabe.

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