Así, las fuentes oficiales rusas son, para esta agencia, tan fiables para dar cuenta de sus propias acciones en el conflicto sirio, que no se precisa ninguna verificación, basta con presentarle al público lo que dice el Ministerio de Defensa Ruso – es decir, con oficiar de mero traductor y altavoz -, y asunto concluido.
En un artículo publicado el 21 de agosto de 2017, la agencia indicaba:
“La Fuerza Aérea de Rusia ha efectuado este lunes un ataque contra la organización terrorista Estado Islámico en la ciudad de Deir Ezzor, en el noreste de Siria, que se ha saldado con más de 200 milicianos muertos, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso.
Las autoridades militares han indicado que el objetivo era ‘un gran convoy de Estado Islámico’ que se dirigía a Deir Ezzir, ‘donde los terroristas internacionales intentan reagruparse e instalar su última base en Siria’”
De este modo, para la agencia el lector debe quedarse con las siguientes premisas:
La puntería rusa es impecable: no hay víctimas civiles colaterales. Tampoco, claro, hay fuente que pudiera ofrecer otros datos. Por el contrario, la israelí es desastrosa, puesto que afecta siempre, indefectiblemente, a civiles (es más, rara vez parece atinar a los terroristas…). Al menos, eso dicen las preponderantes fuentes palestinas.