Pero lo cierto es que el 23 de septiembre, el medio israelí Ynet señalaba que en un comunicado, la agencia de seguridad interna de Israel, Shin Bet, que examina las solicitudes dichos permisos, sí daba una explicación: un control de seguridad reveló información que apuntaba a que la mayoría de los miembros del equipo tienen vínculos con el terrorismo. Esto, señalaba el medio, junto con el aumento de las amenazas a la seguridad en la Franja de Gaza, llevó al organismo a recomendar que se impidiera la entrada a los jugadores.
Pero volviendo al diario As, mientras silenciaba esta información,le ofrecía espacio a la retórica habitual del presidente Asociación de Fútbol palestina, Jabril Rajoub sin indicar, entre otras cosas, que en 2018 fue suspendido por la FIFA de todas las actividades relativas al deporte por un año, bajo cargos de incitar al odio y la violencia antes de un amistoso planeado entre Israel y Argentina -, ignorando que, precisamente, han habido numerosos casos en que organizaciones terroristas han reconocido públicamente a jugadores de fútbol entre sus miembros.
Por ejemplo, el caso de Omar Abu Rwayyis:
El caso más notorio fue el del joven de 23 años, Omar Abu Rwayyis (también escrito Rois o Ruis) , que además de ser el portero del equipo olímpico Palestino también era empleado de la Media Luna Roja, la versión local de la Cruz Roja. Abu Rwayyis fue detenido en 2012, junto con otros 12 , por su participación en un complot de Hamas para atacar a soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Abu Rwayyis, junto con otros empleados La Media Luna Roja, ayudaron a transportar Kalashnikovs que fueron utilizadas paraatacarvehículos de las FDI.
Deporte, serviciossanitarios y terrorismo. Todo bien juntito. Bien mezclado; confundido.
En 2014, el fútbol también sirvió a los intereses del odio, del terrorismo. De acuerdo al Jerusalem Post, Samah Fares Muhamed Marava, de 22 años, y residente en Calquelia, salió de Israel con su equipo a una gira futbolística. Durante su paso por Catar, el jugador se reunió con miembros del grupo terrorista Hamas. Durante su posterior interrogatorio relataba el medio -, Marava dijo que antes de viajar a Catar, Muad Yusef Hasan, un alto operativo de Hamas en Calquelia, se le acercó para pedirle que se reuniera con Talal Sarim, parte de la rama militar de Hamas. Durante la reunión con Talal Sarim, Marava recibió dinero, un teléfono móvil y mensajes escritos que Sarim le pidió que llevara para Hamas en Cisjordania.