¿Por qué los palestinos impulsan una declaración unilateral de su estado independiente?
Los actuales dirigentes palestinos consideran que se trata de una buena medida para alcanzar sus objetivos nacionales sin realizar ningún tipo de concesiones a cambio. El líder palestino Mahmud Abbas ha rechazado negociar seriamente con Israel tras recibir las propuestas de paz de manos del premier Ehud Olmert, en septiembre de 2008. El plan de Olmert incluía la anexión israelí de los principales bloques de asentamientos judíos y, a cambio, acordaba ceder territorios soberanos israelíes. Jerusalén sería dividida según los principios del ex presidente Bill Clinton. Olmert aseguró en declaraciones a la prensa israelí haber alcanzado un acuerdo preliminar con Abbas sobre los refugiados palestinos. En febrero de 2010, Olmert afirmó que Abbas nunca le había respondido a su oferta de paz.
Para los palestinos, negociar y llegar a un acuerdo con Israel implicaría reconocer la existencia de Israel, posiblemente deberían renunciar al retorno de refugiados palestinos a Tel Aviv o Haifa, las autoridades palestinas deberían acceder a desmilitarizar su estado, deberían reconocer la judeidad de Israel o declarar claramente el “fin del conflicto” (todas estas justas exigencias de Israel). Yasser Arafat no estuvo dispuesto a dar tal paso, ni en Camp David (2000) ni en Taba. Mahmud Abbas, un personaje que ahora parece especialmente preocupado en definir de qué forma será recordado por la historia palestina, tampoco parece dispuesto a ello.
¿De qué forma se podrían desarrollar los acontecimientos?
Según el programa por etapas presentado por el jefe negociador palestino Saeb Erekat en Ramallah los palestinos pedirán un reconocimiento como miembro permanente de la ONU, en las fronteras de 1967. Formalmente, el Secretario General Ban Ki-moon debería trasladar la solicitud al titular del Consejo de Seguridad, que en julio será Alemania. Para ser reconocida como estado, Palestina debería demostrar que cumple con los criterios internacionales que acceden a la designación de “estado”, de acuerdo a los principios de la Convención de Montevideo.
El Consejo de Seguridad conformará una comisión especial que evaluará la solicitud palestina, comisión que deberá extender un informe 35 días antes de que comiencen las sesiones de la Asamblea General (15 de setiembre), es decir, el informe debería presentarse el 10 de agosto a más tardar. Para llegar a tiempo, la Autoridad Nacional Palestina debería entregar su solicitud a mediados del próximo mes de julio. Si el Consejo de Seguridad aprueba la solicitud, trasladará la aceptación de Palestina como miembro a la Asamblea General. En la Asamblea General, la propuesta deberá conseguir el voto positivo de 2/3 partes de los miembros, es decir, 128 países. El primer ministro Netanyahu afirmó en la Comisión de Relaciones Exteriores y Seguridad de la Knesset, durante el mes de mayo, que “incluso con el veto de EE.UU. en el Consejo, veto que supongo conseguiremos, no hay forma de evitar el voto favorable de la Asamblea General”.
En el último congreso de la Liga Árabe en Doha, los países árabes decidieron conformar un equipo diplomático liderado por el Primer Ministro de Qatar, con el fin de persuadir a los miembros del Consejo de Seguridad para que aprueben la solicitud palestina.
¿Cuáles son las limitaciones legales de la decisión palestina?
Al impulsar un reconocimiento unilateral, las autoridades palestinas pretenden legitimar la múltiple violación del derecho internacional:
1- La línea de 1967 no es una frontera y no debe ser el límite de un estado, ya que se trata simplemente de la línea de armisticio establecida tras la guerra de 1948-1949;
2- Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU 242 y 338 comprometen a las partes a “negociar” la paz en Medio Oriente, con límites seguros y reconocidos y con una solución justa para todos los refugiados, judíos y árabes, por igual;
3- La propuesta para el reconocimiento del estado palestino en los límites del 67, constituirá una violación básica del ítem 31 del Acuerdo de Oslo del año 1995, en donde se especifica que los palestinos no iniciarán ni tomarán ninguna medida que modifique el estatus de Cisjordania hasta el final de las negociaciones, siendo que los límites serán determinados solamente en el marco de dicha negociación. El acuerdo interino de Oslo fue suscripto, con testigos (Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia, Noruega, Jordania, Egipto y Naciones Unidas), y estos no deberían tomar parte ni legitimar la violación del acuerdo por parte de los palestinos.
4- Los principios contrarios a la unilateralidad fueron acordados también en la Declaración Trilateral (25 de julio de 2000) de Camp David o en la Hoja de Ruta (30 de abril de 2003). El Cuarteto del Medio Oriente (las Naciones Unidas, la Unión Europea, la Federación Rusa y los Estados Unidos), en un dictamen emitido el 26 de junio de 2009, afirmó que: “… las acciones unilaterales de cualquiera de las partes no pueden decidir de antemano el resultado de las negociaciones y la comunidad internacional no las reconocerá”.
5- Aprobar un estado palestino independiente, en las actuales condiciones, contravendría los requisitos específicos para que una entidad política sea considerada como un estado, los cuales se codificaron en la Convención de Montevideo (Derechos y Deberes de los Estados, 1933). Palestina no posee un territorio definido, una población permanente ni “un gobierno” (hay dos) como lo establece el artículo 1. El Estado Federal no constituye una sola persona a los ojos del derecho internacional (como establece el artículo 2). Además, dicha entidad no disfrutaría de un gobierno efectivo, ni sobre poblaciones claras ni sobre un territorio claramente delimitado.
¿Cuál es la postura de los que sostienen que se trata de una decisión irrelevante?
Los defensores de esta postura se basan en dos tipos de argumentos: 1- Las principales potencias del mundo (Estados Unidos, Alemania, etc.) condenan y rechazan esta medida unilateral palestina; 2- Lo aprobado por la Asamblea General de la ONU es una medida declarativa, sin fuerza legal, que ya fue adoptada en el pasado.
El gobierno de Barack Obama se ha opuesto reiteradamente a que cualquiera de las partes emprenda acciones unilaterales y ha hecho un llamamiento para reanudar las negociaciones directas como la única forma de avanzar. Saeb Erekat y el portavoz palestino Abu Radeina, declararon a la agencia de noticias palestina Maan y al Canal 2 de Israel (10/6/2011), que la administración Obama había manifestado su intención de vetar la propuesta en el Consejo de Seguridad. Además, el primer ministro palestino Salim Fayyad declaró temer las posibles sanciones económicas que adoptarían Israel y los Estados Unidos como represalia. Durante el mes de mayo, la canciller alemana Angela Merkel, se opuso firmemente a cualquier maniobra unilateral palestina. Así se lo hizo saber a Mahmud Abbas durante una reunión de ambos en Berlín (mayo 2011).
Si los palestinos declarasen su estado este año, esta sería la tercera vez que lo hacen. La primera fue el 1 de octubre de 1948, cuando el Alto Comité Árabe (con la pretensión de que representaba al pueblo palestino) aprobó una declaración que instauraba un estado en todo el territorio de Israel. La segunda vez fue el 15 de noviembre de 1988, en una reunión del Consejo Nacional Palestino en Argelia, en donde la Organización para la Liberación de Palestina declaró un estado palestino independiente con capital en Jerusalén (sin establecer claramente sus límites). Por entonces, la Asamblea General de la ONU invitó a Yasser Arafat a dirigirse al plenario, la cual aprobó la declaración A/RES/43/177 (15 de diciembre de 1988), por la cual se reconocía lo adoptado por el Consejo Nacional Palestino. La resolución se aprobó con 104 votos a favor, 2 en contra y 36 abstenciones.
Una nueva votación en la Asamblea General gozaría de una mayoría absoluta a favor de los palestinos. Israel intenta aumentar el rechazo entre la minoría moral los países democráticos de Europa y América.
¿Cuál es la postura de los que sostienen que se trata de una decisión perjudicial para los intereses de Israel?
Aquellos que sostienen que se trata de una decisión perjudicial para el estado de Israel afirman: 1- Los palestinos podrían acogerse a la resolución Unión para la Paz para eludir al Consejo de Seguridad y así lograr ser reconocidos como un estado a través de la Asamblea General; 2- Al reconocerse Palestina, Israel podría ser considerada como una nación “invasora”, con las consecuentes condenas y sanciones.
En un artículo titulado “How Palestinians will use the GA (UN) to advance statehood“, David Horowitz aconseja no despreciar con tanta facilidad una posible declaración de la Asamblea General de la ONU por su carácter declarativo. Si el Consejo de Seguridad no aprobara la entrada de Palestina en la ONU, la Asamblea General podría aprobar una resolución Unión para la Paz, para así eludir al Consejo. La Resolución 377 de las Naciones Unidas (la “Unión para la Paz”) fue aprobada en 1950 por presión de los Estados Unidos para saltear la intransigencia soviética durante la crisis de Corea. De acuerdo a dicha Resolución: “ si el Consejo de Seguridad, debido a la falta de unanimidad entre los miembros permanentes, se abstuviera de ejercer su responsabilidad principal en cualquier caso donde pareciera haber una amenaza para la paz, una alteración del orden o un acto de agresión, la Asamblea General examinará el asunto de inmediato con el fin de formular las recomendaciones apropiadas a los miembros para que tomen medidas de carácter colectivo, que en el caso de una alteración del orden o un acto de agresión incluyan la utilización de la fuerza armada cuando sea necesario ”. Esta sesión especial de emergencia se convocaría a petición del Consejo de Seguridad con el voto de siete de sus miembros, o a petición de una mayoría de los Miembros de las Naciones Unidas. Los palestinos creen posible imponer una resolución en base a la “Unión para la Paz”.
Una de las misiones diplomáticas cruciales para Israel es conseguir suficientes votos en contra, o la ausencia de miembros del Consejo de Seguridad, para no servirse del “veto” de EE.UU., una medida poco atractiva para la administración Obama.
Según la “Unión para la Paz”, la Asamblea General puede hacer recomendaciones apropiadas para ejecutar cierta política, pero los países miembros no tienen la obligación de acatar dichas recomendaciones (ya lo hizo para presionar a la Sudáfrica del apartheid en 1981). En otras palabras, la Asamblea General podría “recomendar” que todos los estados reconozcan un estado palestino en las fronteras de 1967, que los estados adopten medidas de boicot, desinversión y sanciones, pero eso no significa que dicha Asamblea pueda aceptar la membresía de Palestina. Sin embargo, la ex embajadora de Israel ante las Naciones Unidas, Gabriela Shalev explicó que “aquellos que creen que las deliberaciones de la Asamblea General son únicamente declarativas están equivocados. La Unión para la Paz de la Asamblea General tiene dientes (es vinculante)”.
Es importante recordar que el instrumento “Unión para la Paz” ha sido utilizado en varias oportunidades, las que han dado lugar a Sesiones Especiales de Emergencia sobre el conflicto árabe-israelí. La más reciente fue en 1997, con un impacto limitado y menor.
En el Consejo de Seguridad se prevé que China, Brasil, India, Líbano y Sudáfrica voten a favor de la solicitud palestina. Colombia es considerado un posible aliado para Israel. Alemania podría votar en contra, y podría influir también en los demás miembros del Consejo. Francia y Gran Bretaña se podrían unir a Alemania y a EE.UU. Se supone que Francia podría atraer a Gabón. Se desconoce con certeza la postura de Bosnia, Rusia y de Portugal. Lo mismo sucede con Nigeria.
¿Cuál es la postura del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel?
El diario israelí Haaretz y la agencia de noticias EFE informó sobre posibles medidas del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel para desbaratar el proyecto unilateral palestino. En unos cables clasificados que recoge el rotativo, el director general, Rafael Barak, y otros altos funcionarios de Exteriores piden a las distintas legaciones que hagan presión “al máximo nivel posible” para convencer a las autoridades de que apoyar la pretensión palestina equivale a deslegitimar a Israel y frustrar cualquier acuerdo futuro de paz. Entre las instrucciones que han recibido los diplomáticos están las de recabar apoyo de las comunidades judías y ONG locales, escribir artículos en la prensa para influir en la opinión pública, entrevistarse con políticos del más alto nivel y organizar visitas oficiales si fuera necesario. El Ministerio ordenó a los embajadores y demás personal diplomático que cancelen todos los planes vacacionales que tuvieren para septiembre y les pidió que presenten un plan de acción a seguir en los países en que trabajan. El Ministerio de Exteriores ha establecido un “Foro de Septiembre”, que tiene como función “analizar los posibles pasos que den los palestinos y las opciones de Israel para hacer fracasar el proceso”, poniendo en marcha un plan que una la diplomacia y los medios de información. Los diplomáticos tendrán que informar una vez por semana a este foro sobre las actividades llevadas a cabo en este sentido.
Implicaciones y posibilidades
· El jefe negociador palestino Saeb Erekat dijo, en una entrevista para el Canal 2 de Israel (10/6/2011) que su postura personal (“pero yo no decido solo”, aclaró) era la de continuar con el proceso de solicitar el reconocimiento unilateral palestino por parte de la ONU, a pesar de que los EE.UU. le explicaron su clara postura de no apoyarla. El negociador palestino expresó también sus resquemores sobre posibles sanciones económicas, a dictar por el congreso norteamericano, en caso de que los palestinos continúen con su plan. Salim Fayyad calificó dicha posibilidad como una “catástrofe para la economía palestina”. En resumen, la mesa negociadora palestina podría optar por no extender la solicitud de reconocimiento unilateral.
· El Hamás, movimiento terrorista que compite con el Fatah de Mahmud Abbas, ha declarado que rechaza inequívocamente la intención de la Autoridad Palestina de conseguir un reconocimiento unilateral ya que eso implicaría renunciar a parte de la Palestina islámica. Por el momento, los palestinos de Abbas y los del Hamás no han logrado acordar en absolutamente nada siendo que la tan publicitada “unión nacional palestina” puede quedar en papel mojado. Por presión interna política o para no tensar las conocidas disputas entre los bandos, los palestinos podrían optar por abandonar la idea del reconocimiento. Una justificación posible podría ser: “Posponemos la idea hasta que no se lleven a cabo elecciones nacionales en Palestina”.
· En la actualidad, el Presidente Obama le pide (o exige, según ciertos medios de comunicación en Israel) a Netanyahu que acepte las premisas expuestas por Obama el último 19 de mayo, a fin de reanudar las negociaciones. De acuerdo a dichas premisas, Israel debe aceptar negociar la solución de dos estados en base a la línea de 1967 (con intercambio de territorios) y, a la par, se propone solucionar en primera instancia el futuro de los refugiados palestinos. El Primer Ministro israelí no acepta, por el momento, ubicar en primera instancia de las negociaciones estos puntos, prefiriendo tratar “el reconocimiento palestino a la judeidad de Israel” o las medidas para asegurar físicamente a Israel. Un posible rechazo israelí podría reducir la presión internacional norteamericana hacia la solicitud palestina y de este modo, envalentonar a los palestinos a continuar con el programa presentado por Erekat.