Con este editorial, el diario abraza la retórica del grupo terrorista Hamás y priva a sus lectores de conocer a los verdaderos protagonistas de la historia.
Un análisis exhaustivo de la cobertura del conflicto israelí-palestino en las últimas semanas revela omisiones, tergiversaciones, sesgo y un reportaje eminentemente ideológico. Malas noticias en El País.
La utilización que hace el escritor de su supuesta sensibilidad ante la industrialización del crimen de seis millones de judíos resulta, cuando menos, obsceno, una falta de respeto a la memoria y un insulto a las víctimas