“Dos niñas muertas por atropellos en menos de una semana suponen la última chispa para avivar la llama del odio entre israelíes y palestinos.”
Probablemente consciente de la diferencia de los dos casos, el periodista de ABC se esforzaba en quitarle dramatismo a uno, y en añadirle sospechas al otro. Así, lo que consistió en un accidente según la investigación israelí, se convertía en ABC en:
“El colono que mató a Enas cerca de Ramala fue interrogado por la Policía y, según la prensa israelí, quedó en libertad.”
¿“Según la prensa israelí” quedó en libertad? ¿El periodista no ha podido confirmar que así fue? ¿Existe alguna otra versión respecto a su puesta en libertad que la prensa israelí no ha contado?”
Lo cierto es que Einas Khalil, la niña de 5 años atropellada por el colono la semana pasada, murió por un terrible accidente. La policía investigó lo sucedido e interrogó al culpable. Éste explicó que no se detuvo tras el atropello porque temió ser linchado por la multitud que había acudido al lugar de los hechos. Continuó hasta Ofra, la primera población judía, y llamó a la policía para entregarse y contar lo sucedido. La investigación determinó que se trató de un accidente.
Por otra parte, lo que sí ha sido considerado un atentado terrorista aparecía repleto de atenuantes:
“Abdel Abdelrahman Shaludeh, de 21 años y natural del barrio de Silwan, intentó huir a pie tras empotrarse contra los pasajeros que esperaban al tranvía en Ammunition Hill y recibió varios disparos de los agentes de seguridad. 24 horas después moría en el hospital. Su hermano, de 15 años, fue detenido y puesto en libertad después de ser interrogado, según informó la agencia Maan. Su madre también habló ante los medios para denunciar que su hijo padecía ‘problemas psicológicos’ desde su salida en marzo de la cárcel donde ‘fue torturado’ por las fuerzas de seguridad israelíes”.
Así, ABC presenta la voluntad de matar civiles como resultado de una enfermedad mental causada por sus víctimas.
Pero más allá de la justificación del terrorismo que realiza el diario español, llama la atención que el periodista destacado en la zona desconozca que Tel Aviv no es la capital de Israel. En ese sentido, el desconocimiento de los hechos alcanza su cúspide, cuando al mencionar el asesinato de los tres jóvenes israelíes a principios de verano, ABC afirma:
“Tel Aviv acusó a Hamás y este crimen sirvió como principal argumento para justificar la guerra contra Gaza del verano en la que murieron más de 2.000 palestinos, la mayoría civiles.”
1- Tel Aviv no es la capital de Israel.
2- Hamas reivindicó el secuestro y asesinato.
3- La operación del verano, Margen Protector se lanza en respuesta al aumento de cohetes lanzados desde Gaza contra territorio israelí.