Un nombre. Un cargo. Una valoración (ultra-algo; derechista; etc.). Y las declaraciones (no es inhabitual que erróneas o sacadas drásticamente de contexto). Esta es la fórmula habitual para presentar a políticos israelíes.
Con motivo del partido amistoso que disputará la selección argentina de fútbol en Israel, como preparación de cara al Mundial de Rusia, los medios, casi sin excepción, han repetido este modelo.
Jibril Rajoub. Presidente de la Asociación de Fútbol Palestino. Dijo tal y tal cosa:
“El presidente de la Asociación de Fútbol Palestino, Yibril Rayub, ha remitido una carta a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para pedirles que no juegue la selección argentina… Es un partido político que busca un lavado de cara de la ocupación fascista y racista…” (Europa Press, 3 de junio de 2018).
“…el presidente de la asociación palestina, Yibril Rajub, en una carta dirigida a su homólogo argentino, Claudio Tapia… Los deportes en general y el fútbol en particular deben quedar al margen de la política. Pero desafortunadamente la aceptación de la Asociación de Fútbol argentina (AFA) de jugar con Israel en Jerusalén nos ha recordado a todos cómo Israel usa el deporte como herramienta para blanquear sus acciones…” (Efe, 29 de mayo de 2018).
Recientemente, Rajoub elevaba el tono.
“‘Lanzaremos una campaña contra la Federación Argentina, Messi cuenta con muchos millones aficionados en los países árabes y musulmanes’, dijo Rahjoub a los periodistas. ‘Pedimos a todos que quemen sus camisetas a su nombre y los carteles de él‘”.
Pero ni aun así se explicaba en las crónicas quién es Rajoub – aunque bien es cierto que hay que reconocer que dado su historial, esta es una amenaza “menor”.
Tampoco se señalaba, ni siquiera ya como anécdota, que el hecho de que Rajoub precisamente hable de la utilización política del deporte, es una grotesca ironía.
Lo hemos dicho tantas veces, que resulta ya extraño tener que repetirlo – ¿cómo es posible que se le siga “escapando” lo evidente a los medios?
Pues nada, vamos allí.
Jibril Rajoub. Ex director de la Fuerza de Seguridad Preventiva en Cisjordania (como tal, el “temido” Rajoub fue acusado con frecuencia de facilitar la tortura de los prisioneros y los opositores políticos).
El mero hecho de haber ocupado dicho cargo debería haber alertado a los periodistas de su verdadera motivación para ponerse al frente tanto de la Federación Palestina de Fútbol, como de su Comité Olímpico.
Por si faltaban señales en este sentido, en una entrevista concedida al diario The National, de los Emiratos Árabes Unidos, en junio de 2013, Rajoub dejaba bien claro con qué fines llegaba a dirigir el deporte palestino:
“Creemos que en la situación actual de resistencia no-violenta, incluir la utilización del deporte y el fútbol es una herramienta efectiva para promover nuestros derechos”.
Así, el diario libanés Al Akhbar, en su edición en inglés del 10 de junio de 2014 se preguntaba “¿Quién podría haberse llegado a imaginar que el fútbol se convertiría en una cobertura para la política, especialmente en relación a los palestinos, cuyos líderes históricamente se aferraron al poder hasta la muerte?”
Jibril Rajoub. Opinaba el 1 de mayo de 2013, en el canal de televisión libanés Al-Mayadeen, tal como lo recogió el Washington Times, que se llevaban a cabo negociaciones paz con Israel por el único hecho de que los palestinos carecen de poderío militar, y entonces declaraba:
“Juro que si tuviéramos una bomba nuclear, la habríamos utilizado esta misma mañana”.
Jibril Rajoub. El mismo que declaró que todo Israel es “Palestina ocupada”: “Toda Palestina – desde el río [Jordán] al mar [Mediterráneo] – está ocupada”.
Jibril Rajoub. Que según daba a concer Palestinian Media Watch el 17 de octubre de 2015, decía en la televisión oficial de la Autoridad Palestina:
“Estas son operaciones individuales (es decir, ataques terroristas), sin embargo, comprenden valentía y serenidad. Contienen una gama de valores que obliga a la élite política y nacional palestinas ver la voluntad de ese héroe que escribió un blog [testamento que un terrorista escribió en su página de Facebook antes de atentar contra israelíes]. Puede ser un documento que pueden enseñar en las escuelas, sobre el significado de la muerte-por-martirio… y el significado del patriotismo… Estos son actos individuales de valentía, y estoy orgulloso de ellos. Felicito a todo el que los haya llevado a cabo… el luchador, el preso, o el mártir, son bienes para todo el pueblo palestino”.
El apoyo al terrorismo no parece formar parte de los valores olímpicos ni aquellos promovidos por la FIFA…
Jibril Rajoub. Declaración de agosto de 2014:
“Fatah ha decidido que nuestras relaciones con los israelíes son relaciones entre enemigos… ¿Acaso les estoy impidiendo masacrar un asentamiento? Nadie está deteniendo a nadie”.
Utilización “más activa” del deporte : cobertura para el terrorismo
The Tower ofrecíaen 2015 algunos ejemplos – de los numerosos existentes-, de jugadores de fútbol que han sido reconocidos públicamente, por grupos terroristas, como miembros de sus organizaciones. El artículo narraba, por ejemplo, el caso de Omar Abu Rwayyis:
Fútbol, serviciossanitarios… y terrorismo. El año pasado, sin ir más lejos, el fútbol también sirvió a los intereses del odio, del terrorismo. Así lo indicabael Jerusalem Post: Samah Fares Muhamed Marava, de 22 años, y residente en Calquelia, salió de Israel con su equipo en una gira futbolística el 15 de abril. Una vez en Catar, el jugador se reunió con miembros del grupo terrorista Hamas. Durante su interrogatorio – relataba el medio -, Marava dijo que antes de viajar a Catar, Muad Yusef Hasan, un alto operativo de Hamas en Calquelia, se le acercó para pedirle que se reuniera con Talal Sarim, parte de la “rama militar” de Hamas. Entonces, el diario explicaba que según la declaración, durante la reunión con Talal Sarim, Marava recibió dinero, un teléfono móvil y mensajes escritos que Sarim le pidió que llevara para Hamas en Cisjordania.
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Jibril Rajoub. Ni fútbol, ni deporte olímpico.
Jibril Rajoub. Utilizar el deporte como herramienta política. Mentir. Amenazar. Y avanzar la agenda palestina de deslegitimación y demonización de Israel. El fin último: eliminar a Israel.
Pero los medios le niegan la relevante información de quién es realmente el que dice lo que dice; de cuál es su objetivo al frente de la federación que lidera. Es decir, le hacen el juego a Rajoub: dando por bueno su deficiente disfraz.