Si el norte del periodismo es el punto de convergencia de su práctica escrupulosa y, acaso, del talento para realizarlo de manera interesante, con cierta gracia; la brújula profesional de la agencia de noticias Efe, cuando de cubrir el conflicto árabe-israelí se trata, apunta a cualquier lugar menos a ese punto ideal. De hecho, y de acuerdo con su cobertura reciente, parece alinearse más bien con el norte propagandístico de Ramala.
El 30 de enero de 2023, después de los sangrientos atentados palestinos contra israelíes, la agencia publicaba una crónica donde la voz de la Autoridad Palestina (OLP-Fatah) se confundía con la suya propia. Abría el texto de la siguiente manera:
“Enero de 2023 es el mes con mayor número de víctimas mortales palestinas por fuego israelí desde 2015 en Cisjordania. Han muerto 35 personas, una media de más de un muerto por día, informó hoy el Ministerio de Sanidad palestino. Entre los fallecidos, más allá de milicianos, hay ocho menores y una anciana”.
La agencia omitía, claro está, el contexto en que ocurrieron esas muertes – operativos de seguridad motivados por información de inteligencia sobre atentados terroristas inminentes -; a la vez que disimulaba entre los civiles el fallecimiento durante enfrentamientos armados de una mayoría de terroristas. Por supuesto, los terroristas eran rebajados – o, incluso, románticamente elevados – a la condición de “milicianos”.
Es decir, Efe se subía a la labor propagandística del liderazgo palestino, luego de los atentados contra israelíes y luego de los masivos festejos por ellos en Gaza y Cisjordania, de cara a occidente. No se olvide la audiencia que Israel es el malo de la película.
Así, llegaba un punto, en el cuarto párrafo, en que ya no se sabía si era la Autoridad Palestina – única voz citada – la que hablaba, o la era la agencia – amén de repetir lo dicho en el primer párrafo:
“Con todo, desde principios de año, la Gobernación de Yenín, foco de la resistencia armada palestina en el norte de Cisjordania, es la que ha registrado el mayor número de muertes desde inicios de 2023. En total, 20 de los 35 fallecidos durante este enero son de la zona”.
De “milicianos”, Efe saltaba a designar al terrorismo como “resistencia armada” … El norte de la agencia pasa por el liderazgo palestino. Para muestra, esta verdadera operación de control público de daños (producidos por el terrorismo, y la incitación necesaria, palestina):
“La violencia se disparó el pasado jueves con una incursión militar israelí en el campo de refugiados de Yenín que acabó con 10 muertos.
El día siguiente, un palestino disparó ante una sinagoga en una colonia israelí de Jerusalén Este ocupado, matando a siete personas en el que fue el ataque más letal contra israelíes en más de una década.
Posteriormente hubo más ataques e incidentes violentos: el sábado, un menor palestino de 13 años hirió a dos israelíes tras disparar contra ellos cerca de la Ciudad Vieja de Jerusalén, y colonos israelíes mataron a un palestino que por la noche intentó acceder a un asentamiento de Cisjordania para cometer aparentemente un ataque”.
- Segúnn la agencia, ,Israel inicia la violencia con una redada antiterrorista donde hubo un enfrentamiento armado.
- Un atentado terrorista se iguala a un operativo de seguridad, en lo que, se pretende, es una “fuerte escalada de tensión”. Además, reincidía en denominar a los residentes judíos en esa zona de Jerusalén como “colonos”, como si estos fueran ajenos a la misma, como si esa condición justificara de alguna manera la “resistencia palestina”.
- Un niño convertido en terrorista, en niño-soldado, pero la agencia obviaba la incitación sistemática, instrumental, del liderazgo palestino – al punto de que, a como daba a conocer en noviembre de 2017 la organización Palestinian Media Watch, el director del Accountability Program la ONG Defence for Children International – Palestine (DCI-P) llegó a decir en una entrevista en la televisión oficial de la mismísima Autoridad Palestina que, los menores palestinos que cometen atentados terroristas, no lo hacen necesariamente porque quieran atacar a israelíes, sino para aumentar o mantener su estatus en la sociedad palestina.
- Otra vez, los “colonos” – que abaten a un palestino que intentaba atentar.
- La agencia empardaba los atentados terroristas con medidas defensivas y de seguridad. Los muertos en enfrentamientos con civiles viandantes asesinados por el hecho de ser israelíes/judíos.
La mímica de la terminología palestina y la sempiterna omisión. De hecho, decía el escritor francés Michel Houellebecq en su novela Aniquilación que “una mentira ideal consiste en la yuxtaposición de diferentes elementos de verdad entre los cuales se efectúan algunas elipsis; de hecho, está compuesta esencialmente de omisiones, a veces con algunas exageraciones bien dosificadas”.