Mientras un repaso de la prensa en español hace pensar que no sucede nada, un repaso a la prensa en inglés arroja el resultado opuesto: sucede, pero no aquello que a los mencionados periodistas les gusta cubrir. Es decir, aquellos eventos que, o bien mellan la imagen desfigurada de los palestinos y de su liderazgo que pretenden imponer; o que bien ofrecen una mirada a las motivaciones que los líderes palestinos tienen para perpetuar el conflicto – entre ellas, exenta de fiscalización y crónica corrupción.
Esta última omisión tiene algo de ambas.
Según informó el diario Jerusalem Post el 3 de diciembre de 2018, los palestinos que trabajan en Israel se juntaron junto al puesto de control de Qalandia, para hacer un llamamiento a la federación laboral de Israel (la Histadrut) que no envíe sus beneficios a la Autoridad Palestina, luego de que esta desvelara la nueva ley de Seguridad Social.
¿Por qué harían algo así estos trabajadores palestinos?
Básicamente porque no confían en el liderazgo palestino. El mismo que los incita a odiar a los israelíes, a atacarlos. El mismo que no respeta sus derechos. El mismo que, haciendo todo esto, por obra y gracia del conflicto, tiene carta blanca y palmada en la espalda – amén de cuantiosa financiación.
Uno de los trabajadores (Mohammed Taha, 44) lo resumía así:
“La Autoridad Palestina claramente quiere robarnos nuestro dinero”.
Aparentemente, Israel les inspira más confianza a la hora de gestionar su jubilación…