El 27 de abril, el diario estadounidense señalaba que el pasado viernes “cientos de palestinos, exhortados por un ardiente discurso de un líder de Hamas a media tarde, se lanzaron contra la barrera de seguridad en el extremo oriental de la ciudad de Gaza e intentaron cruzar a Israel”.
Aquí ya hay un elemento que los medios en español ignoran sistemáticamente: la incitación del liderazgo palestino y la reacción de su gente a la misma (y sus consecuencias). Es decir, la responsabilidad del liderazgo palestino. Sea Hamas o Autoridad Palestina, las palabras, repetidas una y otra vez, terminan materializándose en la acción urgida.
El líder, Ismail Radwan, instó a los “manifestantes a no temer la muerte sino a darle la bienvenida al martirio”:
“Cuando somos valientes, nos acercamos al martirio, al martirio, al martirio, al martirio”.
La vida de los gazatíes, para Hamas, no vale nada. Algo que el grupo terrorista viene demostrando desde hace mucho tiempo.
Otro ingrediente que los medios españoles omiten, y que el New York Times recordaba:
“La protesta fue la quinta de una serie de manifestaciones organizadas por Hamas, el grupo islamista que controla Gaza. Han tenido éxito de maneras en que el disparo de misiles a Israel no ha tenido, atrayendo la simpatía internacional y la atención hacia la causa palestina…”.
Si bien no señala que se trata de un grupo terrorista, el diario estadounidense dejaba en claro aquello que en español no sólo no está claro, sino ausente:
1. Hamas organiza estas acciones.
2. Son una herramienta para el grupo terrorista (como lanzar misiles). Ergo, los gazatíes son una herramienta.
Y aquí, la cereza del plato informativo:
“La violación de la valla no fue una mera protesta: Aquellos que la asaltaron, lanzaron cócteles molotov, hicieron rodar gomas ardiendo para intentar derretirla; algunos, al menos, portaban pistolas, según testigos tanto palestinos como del Ejército israelí”.
Algo que los medios en español, al parecer, no pueden permitirse mencionar, porque en definitiva están presentando una suerte de ficción donde resulta que la marcha es pacífica y que Hamas y Yihad Islámica miran desde lejos la furiosa espontaneidad de los ciudadanos de la Franja. Como sea, está cada vez más lejos de poder llamarse periodismo.
El New York Times agregaba que cuatro manifestantes palestinos dijeron haber visto a dos hombres con armas de fuegos disparando contra los soldados israelíes y huyendo; y aclaraba que estos relatos no pudieron ser verificados.