Con cuatro años más de Trump en la Casa Blanca, las ambiciones de los colonos judíos iban a quedar colmadas. Será difícil que los fundamentalistas judíos, que utilizan la Biblia en vez de la legalidad internacional como escrituras de propiedad sobre los territorios palestinos , decía el editorial.
Los judíos resultaban ser colonos extraños invasores o fundamentalistas; porque los territorios, decretaba el medio, son palestinos; aunque la legalidad internacional no diga eso: son las partes quienes han de decidir las fronteras que delimiten ambas soberanías. Pero al medio no le importaba mucho la legalidad internacional tan aludida como mera fórmula abstracta que, vaya sorpresa, siempre es violada por Israel
Entonces el medio, para darle contenido a los términos colono y fundamentalista aplicados a los judíos sería interesante que prestaran atención a lo que los líderes palestinos (políticos, religiosos y terroristas) le dicen, le inculcan casi a diario a su población sobre su visión sobre el conflicto, sobre Israel, los judíos y, también, sí, a menudo, sobre los cristianos: incitación al odio y a la violencia desde un supremacismo islámico) recurría a la invención falaz:
Las últimas e inocentes víctimas son más de 70 palestinos beduinos, asentados en Humsa al Baqaia, un poblado en territorio de Cisjordania. Es incomprensible la indiferencia de la opinión pública internacional ante el destino amargo de estas familias, atacadas en sus cultivos y ganado y amenazadas en sus precarias propiedades, con la excusa de la construcción de un campo de maniobras militares para que a la postre sean entregadas a los colonos.
Las acciones de los colonos, querido lector, venía a decir el medio, siempre afectan a víctimas inocentes (palestinas).
Pero vamos a las mentiras que presentaba esta moderna versión de libelo trasnochado:
1. No se trataba de un poblado, sino de un campamento ilegal erigido en el Área C, es decir, bajo control civil y de seguridad israelí. Ergo, no puede ser caracterizado como territorio palestino, sino, más acabadamente, como territorio en disputa. Algo que han tenido en cuenta diversos medios internacionales a la hora de corregir dicha caracterización errónea de los mencionados territorios (entre ellos, The Wall Street Journal, The New York Times oDeutsche Presse-Agentur (DPA).)
2. El campamento no fue atacado (acción necesaria para la existencia de la pretendida relación víctima-victimario). De acuerdo a lo informó la agencia de noticias Reuters, la COGAT (autoridad israelí encargada de hacer cumplir, entre otras cuestiones, las normas de construcción en área C de Cisjordania) emitió un comunicado en el que decía que las fuerzas israelíes habían llevado a cabo una actividad de cumplimiento de la ley contra 7 tiendas y 8 corrales construidos ilegalmente, en un polígono de tiro situado en el Valle del Jordán.
3. De acuerdo a una imagen aérea de 2019 proporcionada por la ONG israelí Regavim, que se opone a la construcción ilegal por parte de los beduinos, apenas son divisables dos pequeños grupos de estructuras. FOTO
4. con la excusa de la construcción de un campo de maniobras militares para que a la postre sean entregadas a los colonos.
Falso. La Corte Suprema de Israel ha determinado en múltiples ocasiones que los beduinos en Kherbet Humsa no tienen derechos de propiedad sobre dichas tierras, y que se trasladaron a una zona designada como campo de maniobras que había sido establecida para tal propósito décadas antes. Según una resolución de esta Corte, la tierra en cuestión había sido declarada campo de maniobras militares en 1972.Y señalaba:
no se discute que los apelantes no tienen derechos de propiedad reconocidos en estas áreas. Esencialmente, el caso se refiere a los ocupantes ilegales que utilizan la tierra para el pastoreo.