Estadísticas escandalosas sobre la parcialidad anti-israelí en lasNaciones Unidasdurante la última década.
De 2009 a 2014 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) aprobó 46 Resoluciones contra Israel, una contra Siria y cero contra todos los demás países miembros de laONU, tal como informóla ONG con base en Ginebra,UN Watch.
Este organismo de la ONU celebró una importante cumbre bienal en París del 10 al 25 de abril de 2013, durante la cual, no se aprobóni una solaresolución para criticar aHamás, la organización terrorista que destruía en esas fechas una sección completa del milenariopuerto de Anthedon, con el fin de convertirlo en un campo de entrenamiento para los terroristas deIzz ad Din al Qassam. De forma paralela, la UNESCO llamó la atención sobre la necesidad de incluir la tumba de la matriarca judía Raquel y la tumba de los patriarcas del judaísmo como parte del catálogo de sitios históricos islámicos (a pesar de que la Biblia, en el libro de Génesis, menciona en numerosas ocasiones que dichos patriarcas son los patriarcas de Israel).
En 2014, este organismo publicó una crítica contra Israel por supuestamente asesinar al civilAbdalá Murtaja,al que tantola UNESCO como Amnistía Internacional calificaron de “periodista”. La propia directora general del organismo de la ONU,Irina Bokova,tildó la muerte de Murtaja de “asesinato”y culpó a Israel. Los medios de comunicación cubrieron la “noticia” de forma masiva y publicaron titulares como: “La UNESCO condena el ‘asesinato’ de un periodista palestino en Gaza”. Sin embargo, eltestamento audiovisualdel propio Abdalá Murtajalo mostró uniformado y armado, declarando ser miembro de las BrigadasIzz ad-DinAl-Qassam“brazo armado” de Hamás. Sólo después de ver el video grabado por Hamás, la UNESCO reconoció que Murtaja no era un civil inocente ni un periodista. Mientras que los medios, en la mayoría de casos, no publicaron una corrección al respecto.
En 2016, y con información de medios de comunicación árabes y de instituciones como elMinisterio de Cultura Palestino, recogidas por el Instituto de investigación mediática de Medio Oriente (MEMRIpor sus siglas en inglés) se reveló que la UNESCO, entre otras organizaciones, patrocinaron a instituciones palestinas supuestamente dedicadas a la promoción cultural, entre ellas el Centro de Arte Popular de Ramala, pero que organizabannumerosos eventos para premiar a los terroristas suicidas palestinos, entre ellos el realizado en febrero de 2016 en “honor” deBahlan Alian y Bilal Abu Gharmen,quienes mataron a tres personas e hirieron a siete en un autobús público en Jerusalén.
En Israel, oportunidades para todos
ElConsejo para la Educación Superior de Israelpublicó en 2018 que el16.1% de los estudiantes universitarios en Israel son árabes. En total, 47 mil árabes estudian en universidades israelíes y sus cifras de inscripción continúan aumentando.
Israel es, a su vez, el segundo país más educado del mundo, según la OCDE: el 46% de la población tiene estudios superiores. Este progreso en el ámbito educativo, Israel demuestra que el progreso científico, educativo y cultural del país no discrimina entre judíos y árabes, al contrario.
La excelencia y libertad académica del país ha dado sus frutos:ciudadanos de este estado han ganado dos veces elPremio Nobel de ciencias en la década analizada en este artículo: Ada Yonath, en 2009 y Dan Shechtman, en 2011; a la vez que se ha convertido en el país con mayor número de publicaciones científicas por habitante, entre otros importantes logros científicos de la sociedad democrática israelí.
Por todo lo anterior, Israel debería ser uno de los principales ejemplos de progreso científico, educativo y cultural para la UNESCO; o al menos, un importante ejemplo de los ideales que la UNESCO postula. Sin embargo, este organismo ha optado por convertir a Israel en el país más criticado del mundo en su foro.46 resoluciones críticas contra Israel entre 2007 y 2018, apuntaladas por una masiva difusión de las mismas en los principales medios de comunicación.
En suma, la UNESCO dedica demasiado tiempo a criticar Israel, y casi nada de tiempo en reconocer su progreso; e, incluso, en aprovecharlo para beneficio mundial. Esta corrupta agenda tiene un efecto aún más negativo al ser amplificada por medios de comunicación que se limitan a reproducir los ataques de la UNESCO contra Israel, sin aportar ninguna información de contexto que refleje los errores de la postura de este organismo de las Naciones Unidas en su relación con Israel.
La Asamblea General
En 2017 laAsamblea Generalaprobó 21 Resoluciones contra Israel y sólo 6 resoluciones contrarias contra todo el resto del mundo en ese periodo de tiempo. Otros años muestran un ratio similar: es decir, una total desproporcionalidad de resoluciones contra Israel.
El problema del incremento en los ataques antisemitas en todo el mundo, por otro lado, sólo fue mencionado por la Asamblea General en dos ocasiones a lo largo de la década de 2008 a 2017 y en un contexto global donde fueron mencionadas muchas otras formas de racismo, según reportó UN Watch. La Asamblea General también erró al no aprobarningunaresolución condenatoria contra los ataques antisemitas ocurridos en todo el mundo de forma específica, a pesar de sus consecuencias mortales.
Ante la inacción de Asamblea General, Israel y Estados Unidos, junto con otros países, organizaron un foro para sensibilizar a las sociedadessobre el creciente problema del antisemitismo mundial. Paradójicamente, dicho foro fue aprovechado por el propio presidente de la Asamblea General, Mogens Lykktoft, para condenar a Israel:
“No es antisemitismo pedir el fin de la ocupación y la opresión del pueblo palestino”.
Los secretarios generales de la ONU
El papel de lossecretarios generales de la ONUtambién ha sido muy pobre en relación a Israel y al problema del antisemitismo. El informe de UN Watch reflejó queKofi Anan, Bank Ki Moony, hasta el momento,Antonio Guterres,condenaron el antisemitismo pocas veces y, al hacerlo, intentaron “universalizar” el Holocausto. Lo mismo ocurrió con los Altos Comisionados del Consejo de DDHH Louise Arbour (2004-2008), Navi Pillay (2008-2014) y Zeid Ra’ad al-Hussein.
Por ejemplo,Louise Arbourni siquiera mencionó a los judíos cuando pronunció algún discurso sobre elHolocaustonazi.Navi Pillaynunca rechazó ni criticó los concursos de caricaturas sobre el Holocausto organizados por Irán. Sí rechazó duramente y en varias ocasiones los concursos de caricaturas sobre Mahoma. Pillay fue la principal defensora de la Conferencia de Durban II en Sudáfrica en 2009, una plataforma utilizada para lanzar una rabiosa campaña antisemita que fue difundida en los principales medios de referencia como una conferencia universalista en contra del racismo.
Por su parte,Zeid Ra’adha criticado duramente atentados contra minorías en todo el mundo, pero ha callado ante los atentados terroristas contra judíos, entre ellos los de París y Dinamarca.
Losmedios de comunicación, estancados en sus malas prácticas periodísticas, se han convertido en meros amplificadores de los dichos de los funcionarios de ONU. Y los funcionarios de ONU, a su vez, se han empeñado en criticar a Israel de forma desproporcionada, en omitir señalar el creciente problema del antisemitismo en el mundo y en reconocer el progreso de Israel como país democrático.