Comparar información – con sus falencias lógicas – y propaganda basta para dejar al descubierto la segunda.
Así, colocar lo que publicaba el Huffpost en su versión en español el 20 de julio de 2023 con lo que publicaban otros medios, servirá para ilustrar el producto del afán por informar y aquel otro por divulgar una “narrativa”.
El Huffpost, que al final recordaba la operación antiterrorista israelí y no mencionaba – a esta altura, precisamente – que la amplia mayoría de palestinos fallecidos en la misma pertenecían a organizaciones terroristas; titulaba su texto de la siguiente manera: “Un joven palestino muerto y tres heridos en Nablús en una operación militar de Israel”, y afirmaba en su tercer párrafo:
“La agencia de noticias [oficial de la Autoridad Palestina] Wafa ha informado de que el ataque, que se ha producido por el asalto a la tumba de José, en Nablús, se ha saldado con la muerte de un joven de 19 años, identificado como Badr Sami Ribhi al Masri. Asimismo, ha comunicado que más de una decena de personas han sufrido asfixia por el lanzamiento de gases lacrimógenos”.
Por su parte, el diario israelí The Times of Israel decía el mismo día en sus párrafos iniciales:
“Un adolescente palestino murió y decenas de personas resultaron heridas en enfrentamientos con tropas israelíes a primera hora del jueves, cuando fieles judíos entraban en la Tumba de José, un sitio religioso en la ciudad cisjordana de Naplusa, según informaron responsables sanitarios palestinos.
El joven palestino fue identificado como Bader al-Masri, de 19 años, por la agencia de noticias de la Autoridad Palestina Wafa”.
Lo mismo daba a conocer la agencia española de noticias Europa Press:
“Al menos un palestino ha muerto y decenas han resultado heridos este jueves en una serie de enfrentamientos con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) registrados en la ciudad de Nablús, Cisjordania, después de que cientos de judíos fueran escoltados hasta la Tumba de José, que se encuentra en la localidad palestina”.
“Los enfrentamientos se han producido a medida que las fuerzas israelíes escoltaban 40 autobuses con fieles judíos que trataban de acceder a la Tumba de José”.
La circunstancia es sustancialmente diferente: de la inexistente “operación militar” del medio en español, a una visita religiosa. Es decir, del retrato de un “ataque” (israelí) – que respondía a un “asalto” (¿llevado a cabo por quién?) – que fabricaba el Huffpost, a una visita custodiada.
Además, el medio israelí ampliaba la información y ofrecía el contexto que el Huffpost también les ninguneaba a sus lectores:
“Las Fuerzas de Defensa de Israel dijeron que palestinos armados abrieron fuego, lanzaron artefactos explosivos y bloquearon carreteras con neumáticos ardiendo cuando las fuerzas de seguridad y los fieles se acercaban al lugar.
Las IDF dijeron que las tropas respondieron con fuego real y medios de dispersión de disturbios, añadiendo que varios sospechosos fueron alcanzados”.
“Las fuerzas de seguridad israelíes acompañaban a cientos de fieles judíos al lugar a primera hora del jueves, entre ellos el Comisario de Policía Kobi Shabtai y otros altos mandos policiales que llegaron para una visita especial previa a Tisha B’Av, un día de ayuno que comienza el próximo miércoles y durará hasta el jueves por la noche, en el que se lamenta la destrucción de los dos templos en 586 a.C. y 70 d.C., respectivamente”.
“El santuario, considerado por algunos como la última morada del patriarca bíblico José, se encuentra dentro de la zona A de Cisjordania, que está oficialmente bajo control total de la Autoridad Palestina, aunque el ejército israelí entra con regularidad, a pesar de la oposición palestina”.
Al parecer, el derecho a asistir sus lugares sagrados sólo se contempla para unos, pero no para otros; de manera que los visitantes judíos son presentados como “asaltantes”.
Al parecer, algunos medios están abocados ya no sólo a negar la realidad, sino a invertirla. Casi como siguiendo las palabras del “moderado” Mahmoud Abás, ‘evitan de cualquier modo’ que los hechos no afecten a la propaganda.