Si bien Israel vacunó a unos 120.000 trabajadores palestinos con permiso de empleo en su territorio o las colonias judías, varias ONG exigen desde hace meses una mayor contribución a la vacunación de la población palestina de Cisjordania y Gaza, algo que consideran que es su responsabilidad como potencia ocupante’.
Así, de la manga, la agencia se sacaba a Israel y la falaz sugerencia de su responsabilidad sanitaria en los territorios y áreas controladas por los palestinos. Ni una sola vez había mencionado a la Autoridad Palestina, dirigida por Fatah, ni al grupo terrorista Hamás que controla la Franja de Gaza.
Ni una vez mencionaba hechos que deben tener alguna relación causal con la incapacidad del liderazgo palestino para hacerse con vacunas o para controlar mejor la pandemia. Entre ellos:
· El 21 de julio de 2020, y ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, el propio Coordinador Especial de la ONU para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Nikolái Mladenov, decía:
El reto de hacer frente al rápido aumento de los casos en Cisjordania y de impulsar los esfuerzos de prevención en Gaza se ha visto considerablemente agravado por el fin de la coordinación entre la Autoridad Palestina e Israel. La negativa de la Autoridad Palestina a aceptar cualquier ingreso de liquidación transferido por Israel ha exacerbado una crisis fiscal ya preocupante y ha afectado la prestación de servicios. Ha bloqueado efectivamente la capacidad de los pacientes para viajar desde Gaza para recibir tratamiento fuera de la Franja y ha provocado retrasos en la entrega de la asistencia humanitaria y los materiales destinados a la respuesta a COVID-19 y otros servicios y apoyo sanitarios.
El motivo era que la Autoridad Palestina que, de acuerdo a lo que informaba el diario israelí Jerusalem Post, (1 de abril de 2020), había optado a principios de dicho mes por pagar los salarios de los terroristas [presos en cárceles israelíes un gran número condenado por delitos de sangre] antes que los de los maestros y los beneficiarios de la ayuda social, ya que prevé una caída de los ingresos como resultado de la crisis del coronavirus. Prioridades…
· Eso sí, mientras los palestinos se veían perjudicados por las decisiones de sus líderes, el Secretario General de la OLP, Saeb Erekat, estaba siendo atendido en un hospital israelí a petición de las autoridades palestinas las mismas que les negaban esa misma posibilidad a sus ciudadanos.
· Tampoco parece ir en detrimento de la sociedad palestina y en este caso específico, de los esfuerzos para combatir la pandemia la endémica corrupción de su liderazgo (de hecho, un estudio de AMAN – sección de Transparencia Internacional cofundado por Jordania – muestra que, según varias encuestas realizadas a la población palestina, la corrupción de sus dirigentes es la segunda causa más popular de su miseria. Según las mismas encuestas, la primera causa sería la incapacidad de estos mismos dirigentes para crear una economía fuerte. La ocupación israelí ocupa el tercer lugar) o el desvío de fondos por parte de Hamás para financiar actividades terroristas (y el holgado bienestar de sus líderes, que no todo es causa; o, más bien, que la causa parecer se otra cosa), amén de los 30 millones de dólares que recibe de Irán el grupo terrorista palestino (no para financiar proyecto sociales, precisamente).
Pero Efe, aparentemente, sabe realmente lo que preocupa y afecta a los palestinos O lo que su audiencia debe creer, inferir, que es lo que los perjudica.
Además, ya que mencionan lo que varias ONG (cuáles, tienen intereses en conflicto), era lo suyo citar lo que dice el gobierno israelí al respecto. Y lo que la realidad refleja: que millones de palestinos viven bajo control palestino y que no son ni ciudadanos ni residentes permanentes de Israel. O que, tal como señalaba Alex Safian, director adjunto de CAMERA, La vacunación es una responsabilidad específica de los palestinos, como se subraya en los apartados 1 y 2 del artículo 17 del Acuerdo Provisional entre palestinos e israelíes:
1. Las competencias y responsabilidades en el ámbito de la salud en Cisjordania y la Franja de Gaza se transferirán a la parte palestina, incluido el sistema de seguro de enfermedad.
2. La parte palestina seguirá aplicando las normas actuales de vacunación de los palestinos y las mejorará de acuerdo con las normas internacionalmente aceptadas en la materia, teniendo en cuenta las recomendaciones de la OMS. En este sentido, la parte palestina continuará la vacunación de la población con las vacunas enumeradas en el Anexo 3.
Además, Safian aclaraba que la obligación de Israel en virtud de la Cuarta Convención de Ginebra es acordar planes de ayuda’ para conseguir, en este caso, suministros de vacunas para las autoridades palestinas de otras partes, como el Comité Internacional de la Cruz Roja, y permitir el transporte seguro a la Autoridad Palestina de las vacunas que la AP ha adquirido de forma independiente. Esto es exactamente lo que ha estado ocurriendo durante años .