“[En 1993, Fatah] planteó la cuestión del estado palestino [reducido] en las fronteras de 1967. Esto fue para que pudiéramos lograr algo para nuestro pueblo. Sin embargo, les digo: ¿Olvidamos que Jaffa es nuestro? No. ¿Que Acre es nuestro? No. ¿Que Nazaret es nuestro? No. [Las tres son ciudades israelíes]. Estoy convencido de ello, y este es mi punto de vista que siempre digo y presento”.
Tirawi, que señalaba que “Palestina es toda Palestina”, repetía sobre el famoso “plan de fases” de la OLP que nunca se ha abandonado. Es decir, la visión de que Israel es un “mal transitorio”, un estado que no tiene derecho a existir.
El plan(adoptado por la OLP en 1974), llamaba al establecimiento de un estado palestino en cualquier territorio evacuado por Israel, para ser utilizado como base de operaciones para destruir a Israel.
De hecho, luego de firmar los Acuerdos de Oslo, Arafat reveló cómo estos acuerdos harían posible su plan para eliminar al Estado judío. Lo hizo en una reunión a puertas cerradas con diplomáticos árabes en Estocolmo, en 1996. Efraim Karsh lo citaampliamente en su libro Arafat’s War: The Man and His Battle for Israeli Conquest:
“Nosotros, de la OLP, concentraremos ahora todos nuestros esfuerzos por dividir psicológicamente a Israel en dos campos. Dentro de cinco años vamos a tener de seis a siete millones árabes viviendo en Cisjordania y en Jerusalén. Todos los árabes palestinos serán bienvenidos por nosotros. Si los judíos pueden importar todo tipo de etíopes, rusos, ucranianos y uzbecos como judíos, entonces nosotros podemos importar todas las clases de árabes. Tenemos la intención de eliminar el Estado de Israel y establecer un Estado puramente palestino. Vamos a hacer la vida insoportable para los judíos a través de la guerra psicológica y la explosión demográfica; los judíos no van a querer vivir entre nosotros los árabes. No tengo ningún uso para los judíos, que son y siguen siendo judíos. Ahora necesitamos toda la ayuda que podamos obtener de ustedes en nuestra lucha por una Palestina unida bajo la dominación árabe-musulmana total”.
Posteriormente, Faysal Al-Husseini, ministro de Asuntos de Jerusalén de la Autoridad Palestina, le dijoa un periódico egipcio (2001) que “los Acuerdos de Oslo son un caballo de Troya; el fin estratégico es la liberación de Palestina desde el río [Jordán] hasta el mar [Mediterráneo]”.
Cada paso, pues, no está destinado a un estado palestino (acaso no como objetivo fundamental; sino más bien como un producto del fin central), sino a la eliminación de Israel. De manera que, el estado palestino acaso no sea un objetivo fundamental, sino el producto del fin central (el dominio árabe, musulmán, en la región).