En 2017, el presidente palestino, Mahmud Abás, cortó la financiación de la ANP del fuel para Gaza y la de varios medicamentos, como parte de una serie de medidas para presionar al grupo islamista Hamás, que controla Gaza, y aumentó el sufrimiento de los gazatís.
Hamásy el movimiento Al Fatá de Abás, que gobierna en Cisjordania, están enemistados desde que en el 2007 los islamistas tomaron el poder en Gaza.
La organización que, según publicó la revista Forbes en enero de 2018, es el tercer grupo terrorista más rico del mundo, con unos 700 millones de dólares proveniente de fuentes tan diversas como los diversos impuestos cobrados a los gazatíes (de hecho, una elaborada y sofisticada red impositiva redirige el capital que fluye hacia Gaza como ayuda, hacia las arcas de Hamas), negocios hoteleros e inmobiliarios, financiación iraní y catarí. Y la corrupción, claro.
En enero de 2017, de acuerdo al Ha’aretz, diario israelí de referencia de los medios occidentales, el General Yoav Mordechai, Coordinador de las Actividades del Gobierno en los Territorios (COGAT, por sus siglas en inglés), declaró que los líderes de Hamas disfrutan de electricidad todo el día, mientras el resto de la población sólo tiene tres horas diarias.
Todo esto sin contar la riqueza personal que han acumuladoesos líderes. Al parecer esto, en el contexto del tema que se trataba, no era relevante. De alguna manera, se blanqueaba el hecho de que Hamás desvíe y concentre dinero para mantener su infraestructura, para construir túneles de ataque y cohetes.
La desidia y desinterés de Hamas por la salud de los palestinos no es de extrañar; después de todo Yahya Sinwar, uno de los líderes de la organización terrorista en Gaza, explicó en mayo de 2018, durante una entrevista televisiva, lo que piensan de su población, lo que esta significapara ellos: un escudo, un siniestro instrumento de propaganda.
Cuando decidimos embarcarnos en estas marchas, decidimos convertir lo que nos es más querido – los cuerpos de nuestras mujeres y niños- en un muro de contención que impida la deriva muchos árabes hacia la normalización de los lazos con [Israel].
Así pues, el artículo desvinculaba toda responsabilidad de Hamas, que controla la Franja, en el asunto, a la vez que blanqueaba sus métodos y objetivos.
Había que ir recién hasta el 12º párrafo para encontrar a un responsable de la situación. O que se pretende tal. Ya sabe el lector de quién se trata:
Hay cortes de electricidad siempre y falta de fuel en muchas ocasiones. Forma parte de la situación que nos provoca el bloqueo (israelí). Estos problemas ponen en peligro a nuestros bebés. Necesitamos electricidad para las incubadoras, ventiladores (máquina para respiración artificial), bombas, señala [la doctora Sherin N.] Abed [jefa de la unidad de cuidados intensivos de Neonatología del Hospital Pediátrico Al Nasser de la ciudad de Gaza].
Sí, aún antes de mencionar a Hamas o a la Autoridad Palestina de hecho, cinco párrafos antes -, ya se incluía una cita que apuntaba a Israel. Una cita interesada sobre todo, porque difícilmente pueda decirse públicamenteotra cosa en un territorio controlado por un brutal grupo terrorista – que el medio dejaba sin explicar: ¿Por qué existe un bloqueo?
Porque sólo entre 2005 y 2013 Hamas (y otros grupos terroristas palestinos) lanzaron unos 11.237 cohetes de manera indiscriminada contra Israel – el martes 13 de noviembre de 2018, la CNN en español informaba que desde la tarde del día anterior, Hamas había lanzado más de 400 cohetes y morteros contra Israel (matando a una persona).
Porque para realizar estos ataques es preciso un flujo de materiales para la construcción de dichos misiles. El bloqueo busca impedir la entrada de elementos que puedan servir para tal fin.
El medio, en silencio. Otra vez, blanqueando a Hamas.
Cinco párrafos después, entonces,llegaba recién la primera mención al corte de la financiación del combustible para Gaza por parte de la Autoridad Palestina, citada más arriba. Pero lo hacía casi sin hacerlo, porque, otra vez, no explicaba absolutamente nada.
No mencionaba que el enfrentamiento que mantienen Hamas y la Autoridad Palestina se había reavivado o recrudecido a partir de 2015, cuando el gobierno de unidad liderado por Primer Ministro palestino Rami Hamdallah, hombre de Fatah, quefue objetivo de un atentado el pasado año en la Franja– exigió el control de la seguridad y administrativo total de Gaza.
Tampoco indicaba que se llegó al punto en que la Autoridad Palestina le solicitó a Israel, el 1 de junio [de 2017], que comenzara a reducir a la mitad la cantidad de electricidad suministrada [a la Franja de Gaza], en medio de una creciente lucha por el poder con su rival de Gaza, el grupo terrorista Hamas, según informó el diario Times of Israel el 1 de junio de 2017.
Ni que, tal como apuntara este periódico (13/08/2018), que incluso durante varios meses en 2017, la Autoridad Palestina detuvo en gran medida los importantes envíos de medicamentos y material médico a Gaza.
De hecho, la agencia de noticias palestina Ma’an, llegó a afirmar en agosto de 2017 que la Autoridad Palestina ha sido el foco de una feroz condena en los últimos meses, luego de ser acusada de enviar de manera deliberada a la empobrecida Franja de Gaza a una catástrofe humanitaria con el fin de arrebatar el control del territorio de manos de Hamas. Y señalaba además que el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ha reiterado el martes sus amenazas contra el movimiento Hamas, amenazando con nuevas medidas represivas si Hamas no acata incondicionalmente las demandas de la Autoridad Palestina para resolver el conflicto intra-palestino que lleva ya una década de duración.
Otra vez los líderes palestinosutilizando a sus gobernados como herramientas en un tenebroso tira y afloja. Y nuevamente El Periódico dispuesto a aplicar el rotundo maquillaje de la omisión.
Para ir concluyendo, el medio añadía otra cita. Esta vez, del director de la Ong Centro Palestino para los Derechos Humanos que según la Ong israelí NGO Monitor, está a la cabeza de las campañas contra Israel, ignorando la existencia del terrorismo contra los civiles israelíes y presentando una versión distorsionada del conflicto basada únicamente en la narrativa palestina -, Raji Sourani:
Lo que necesitamos no es fuel sino arreglar el problema de la electricidad, pero Israel quiere que se la compremos y la pague la ANP. El principal obstáculo es el bloqueo impuesto por Israel, pero la Autoridad Palestina es responsable por imponer medidas que castigan a su propio pueblo.
El principal culpable, otra vez, es Israel. Otra vez, una voz parcial. Otra vez, Hamas liberado de toda obligación.