Cada vez más es posible identificar la opinión (del periodista o del medio) o la idea que se pretende instalar en los lectores – ya no sólo colada en medio un texto informativo, sino transformada en el meollo mismo de la crónica; de la cual el hecho o suceso al que alude en cada caso es sólo como elemento para sostener la tesis preconcebida.
Esto mismo sucedía en un artículo publicado en la página web de la radio española Cadena Ser el 11 de enero de 2019.
Primer párrafo:
la carretera que Israel ha inaugurado esta semana en Cisjordania, que los palestinos ya han bautizado como ‘carretera del apartheid’.
Por supuesto, no se explica al lector qué fue el apartheid, y, por ende, lo peregrino de aplicar la definición a Israel. Por lo demás, los palestinos llaman apartheid a todo lo que se relacione con Israel aunque no lo llaman a la discriminación verdadera que sufren en el Líbano, por ejemplo. El término ha sido utilizado por los palestinos por las organizaciones antisraelíes para describir, con fines de demonización y deslegitimación, al estado de Israel
También suelen denominar a Tel Aviv o Haifa como territorio ocupado (aunque en este caso, por vaya a saber qué regla periodística, no computa como información siquiera). Ergo, difícilmente lo que diga el abstracto los palestinos pueda ser tan prioritario como para formar parte de la apertura de la crónica.
Segundo párrafo:
La extensión de la carretera no supera los cuatro kilómetros de extensión y se sitúa al noreste de Jerusalén, en Cisjordania, en tierra palestina ocupada por Israel desde 1967.
En 1967 ese territorio no era palestino. Estaba bajo control jordano (anexado) logrado luego de una guerra en la que este estado había sido parte agresora. Una nueva guerra de agresión árabe condujo a la pérdida de dicho territorio, que pasó a control israelí. Nunca fue territorio palestino de hecho fueron los propios líderes palestinos, y los líderes árabes quienes dijeron no a un nuevo estado árabe. Es, pues, territorio en disputa, aunque el medio pretenda otorgar titularidad a los palestinos.
Quinto párrafo:
El apartheid es el oxígeno de la ocupación israelí. Las colonias, la carretera y el muro se alzan en tierra palestina robada. Esto es la erradicación y el desplazamiento de una nación entera’, denunció Hanan Ashrawi, de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Una vez más, se le reitera al lector el término. Esta vez a través de una notoria propagandista no sólo antisraelí, sino antisemita. Al lector, por supuesto, se lo mantiene ignorante de todo esto.
Por cierto, el término apartheid se aplica a razas, no a nacionalidades, como sería el caso de la mencionada carretera.
la carretera de circunvalación desviará el tráfico palestino de una carretera existente en la zona no construida del área E1 y facilitará el tráfico palestino ininterrumpido entre Belén y Ramallah.
Además, el periódico ampliaba indicado que:
Según la ONG de izquierda Ir Amim, la carretera fue inicialmente concebida por el ex Primer Ministro Ariel Sharon para abordar la queja internacional más importante en relación con el proyecto E1 a saber, que interrumpía la contigüidad palestina en Cisjordania.
En este sentido, indicaba el medio, la ruta les proporciona a los palestinos un punto de acceso directo entre Ramallah y Jerusalén.
En resumen, el panorama que se desprende de estos párrafos no parece el fatalista que pretende retratar la radio española.
Que seguía en el octavo párrafo:
Actualmente ya existen en Cisjordania carreteras usadas exclusivamente por los colonos, pero es la primera vez que una vía separa con una barrera a israelíes de palestinos.
CAMERA lo ha explicado en numerosas ocasiones durante los años: no hay, ni ha habido nunca, en ningún lugar de Israel o Cisjordania, carreteras exclusivas para colonos.
Hay caminos restringidos sólo para los israelíes por razones de seguridad. No sólo colonos, sino todos los israelíes, incluidos los árabes israelíes que a menudo visitan a sus familiares en Cisjordania. (Para un ejemplo de medios de prensa que corrigen afirmaciones falsas acerca de carreteras “solo-para-judíos” ver aquí). El artículo da la idea de que existe a una política extendida de prohibición, cuando lo contrario es cierto.
Al concluir el texto poco sabrá el lector sobre la carretera en cuestión. Pero sí habrá tenido su ración de ocupación y apartheid vinculados a Israel.
Y último párrafo o bonus track:
En las colonias de Cisjordania viven unas 450.000 personas a las que se añaden las más de 200.000 que residen en Jerusalén-Este, en la parte palestina de la ciudad.
Colonias (judías) y parte palestina de la ciudad.
No fuese a ser cosa que el osado lector que haya llegado al final del artículo no se llevara de premio una dosis extra de ideología.