Por ejemplo, canal europeo euronews señalaba el 13 de febrero de 2018 en su página web, a raíz del juicio a Ahed Tamimi, lo siguiente:
“La activista palestina de 17 años, puede ser condenada hasta a diez años de cárcel por abofetear a un capitán israelí”.
Incompleto. Y conduce a una interpretación errónea del suceso.
Por lo demás, “abofetear” es un término que pretende rebajar el carácter de la agresión. Ahed empujó, pateó y golpeó. Pero lo peor, si cabe, no fue eso.
Según informaba el New York Times un día antes, Israel ha tratado las acciones de Tamimi como un delito penal, acusándola de cargos de agresión e incitación.
Y es que en el vídeo, al ataque contra el soldado israelí le seguía una pregunta de su madre (que grabó dicho incidente): ¿Qué le diría a quienes luego verían esas imágenes?
La respuesta de Ahed:
“Ya sea apuñalamientos u operaciones de martirio o arrojando piedras, todos deben hacer su parte, y debemos unirnos para que nuestro mensaje se escuche: que queremos liberar Palestina”.
Incitación al terrorismo.
Así, el video no era el de una “niña” atacando a un soldado. Era, antes bien, una operación propagandísticapara retratar negativamente a Israel ante una audiencia internacional, claro está, pero,acaso principalmente,para difundir un mensaje de odio y violencia: si una “niña” se enfrenta a los soldados israelíes, tú, que eres varón, qué esperas a apuñalar, a realizar operaciones de martirio. Ese era el mensaje.
Pero los medios se quedaron en lo anecdótico. Algo que, por otra parte, suelen hacer cuando se trata de los palestinos: crear y agrandar esa “narrativa” romántica del débil usurpado contra el gran opresor.
La realidad, en tanto, queda en el camino.
Y la realidad es que la familia Tamimi, como describía la directora de ReVista de Medio Oriente, es famosa por organizar confrontaciones con los soldados israelíes para que la prensa internacional se haga eco de ello:
“Con este propósito, el jefe del clan, el padre de “la pequeña Pasionaria” [sí, así la llamó el diario español El País; que en otro artículo llegó a “poetizar”: “su cabeza salida de un lienzo de Botticelli”], explicó en un documental que ‘la comunidad de Nabi Saleh pensó desde un principio que la participación de niños en las actividades del movimiento nacional es crucial‘”.
El empleo de niños en el conflicto palestino-israelí no es un hecho aislado. Al punto que, como ya indicamos en un artículo anterior, según Palestinian Media Watch, el director del Accountability Program la ONG Defence for Children International – Palestine (DCI-P), a la que no puede acusarse de ser pro-israelí, precisamente, explicaba en una entrevista el 11 de octubre de 2017 en la televisión oficial de la Autoridad Palestina que los menores palestinos de hecho cometen atentados terroristas, y que lo hacen no necesariamente porque quieran atacar a israelíes, sino para aumentar o mantener su estatus en la sociedad palestina.