El mismo día, tres israelíes de una misma familia fueron apuñalados durante su cena del Shabbat por un joven palestino que se infiltró en su casa.
“Tres palestinos muertos en las protestas de Jerusalén“
“Tres israelíes han fallecido tras ser apuñalados en un asentamiento en Cisjordania”
Es decir:
1- Las víctimas judías no merecían formar parte del titular, mientras que las palestinas sí.
2- Los Israelíes habían fallecido.
3- La palabra palestino sólo se empleaba en relación a las víctimas, no para referirse al culpable
4- Era destacable que los israelíes estaban en una colonia. Un modo de convertirlos de algún modo en culpables.
“Tres palestinos y tres colonos judíos muertos en una nueva ola de violencia“
Los tres israelíes asesinados encontraban así su espacio en el titular, en un revuelto informativo que metía en un mismo saco a jóvenes en pie de lucha contra las fuerzas israelíes y a una familia que cenaba en su casa y que resultaba víctima de un acto terrorista.
Parecía imprescindible mantener el componente de colonos, de modo a rebajar la percepción de inocencia de las víctimas.
El artículo que acompañaba la noticia contenía 10 párrafos dedicados a los disturbios, centrándose en las víctimas palestinas y 1penúltimo párrafo otorgado a las víctimas israelíes. Sin apenas contextualización que pudiera humanizarlas. Tan sólo edades y situación geográfica del asentamiento.
El léxico sesgado de territorio palestino ocupado figuraba desde un principio, y contenía varios errores factuales. Entre ellos:
1- Afirmaba que los policías asesinados y por lo que se instalaron los arcos de seguridad eran hebreos.Falso: eran drusos. Hayil Satawi y Kamil Shnaan.2- Afirmaba que el terrorista palestino que asesinó a los tres israelíes había sido abatido.Falso: fue detenido y llevado a un hospital.