Notoria, porque la práctica totalidad de los medios de comunicación se hicieron eco del hecho; o, mejor dicho, de las palabras. Al punto de destacarlas, en la mayoría de los casos.
Las palabras las pronunció el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su encuentro con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, en Belén.
El diario español ABC,haciéndose eco de una nota de la agencia Efe,daba cuenta de las mismas de la siguiente manera:
La paz nunca puede arraigar en un lugar donde la violencia es tolerada, financiada e incluso recompensada’, señaló el mandatario estadounidense, en una posible crítica a la forma en que la Autoridad Nacional Palestina apoya a los palestinos encarcelados por cometer ataques contra israelíes.
Abas no es un líder popular, según las encuestas, y el panorama político palestino está dividido entre su partido, Al Fatah, y Hamas, el movimiento islámico [organización terrorista, según EE.UU. y la UE, entre otros] que controla la Franja de Gaza y que se opone a las negociaciones con Israel.
La labor de Europa P es digna de un censor y propagandista al servicio del liderazgo palestino, no de una agencia de noticias.