Acaso algo así debieron pensar en la agencia argentina de noticias Télam, cuando destacaba, debajo del titular (“Israel prohíbe el ingreso de ciudadanos palestinos tras el atentado en Tel Aviv”) de su crónica del 10 de junio de 2016, que: “Así lo anunció el ejército del país como parte de las medidas adoptadas tras un atentado palestino que esta semana dejó cuatro muertos en Tel Aviv, mientras que la ONU condenó el ataque pero también la respuesta israelí”.
“El Ejército israelí anunció hoy una prohibición temporal para el ingreso de los palestinos a Israel desde Cisjordania como parte de las medidas adoptadas tras un atentado palestino que esta semana dejó cuatro muertos en Tel Aviv, mientras que la ONU condenó el ataque pero también la respuesta israelí”.
Así, parecía querer dejar claro que, en todo caso, Israel también es condenable…
“El Secretario General de Naciones Unidas condenó el ataque realizado este miércoles en la ciudad de Tel Aviv, que causó la muerte de cuatro israelíes e hirió al menos a otros cuatro.
El ataque tuvo lugar en una céntrica zona comercial cercana al Ministerio de Defensa israelí y fue perpetrado por dos asaltantes palestinos.
Ban Ki-moon transmitió sus condolencias a los familiares de las víctimas y reiteró que no hay justificación posible al terrorismo ni a que se alaben los actos de los perpetradores.
El titular de la ONU se mostró sorprendido por las manifestaciones de líderes de Hamas que acogieron con beneplácito el ataque e incluso lo celebraron.
Finalmente, llamó a las autoridades palestinas a mantenerse firmes contra la violencia y la incitación a la misma”.
¿Entonces?
Pero, volviendo a la cobertura,de entrada, la agencia había dado otra idea… Y, aunqueparece lo mismo, no es exactamente igual: el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos no es el Secretario General de Naciones Unidas – que es el “‘más alto funcionario administrativo’ de la Organización” -.
Por otra parte, los órganos de derechos humanos de la ONU (y la propia organización internacional), es sabido, tienen un serio y evidente problema de sesgo anti-israelí. Al punto, que su Consejo de Derechos Humanos – donde varios se sientean varios países que son violadores sistemáticos de dichos derechos – tiene un punto especial de la agenda dedicado a Israel…