Informaba la organización Palestininan Media Watch (29/02/2016) que un presentador y predicador en la TV oficial de la Autoridad Palestina, durante su programa educativo semanal sobre el islam – en su edición del 27 de febrero de 2016 -, explicó que, “mientras los judíos estén extendiendo su corrupción”, “la humanidad nunca vivirá confortablemente”.
El predicador ilustró sus palabras con un ejemplo:
“Un anciano me dijo: si un pez en el mar pelea con otro pez, estoy seguro de que hay un judío detrás”.
Estosucede en aquellos territorios administrados por los palestinos. El judío, para el televidente, para el lector, para el alumno; para el ciudadano, en definitiva, es la encarnación misma del “mal”; y“en consecuencia”, el mundo anda como anda porque los judíos están en él.
Pero, ya se sabe, los medios en español le contarán al lector que Abbas es “moderado”, que la Autoridad Palestina – donde Fatah, organización liderada también por Abbas, es la fuerza principal (tal como lo es de la OLP) – está “atrapada por las circunstancias” y que la ola de terrorismo palestino surge de la “desesperación” y “desesperanza” personal e intransferible… Una “desesperación” y una “desesperanza” causadas, claro está, por la “opresión” israelí.
La incitación sistemática, como estrategia del liderazgo palestino es, simplemente, borrada. Ya se sabe, los palestinos no tienen voluntad y, por lo tanto, tampoco responsabilidad. Son conducidos por las fuerzas de la coyuntura, como si flotaran en medio de un río – que, en este caso, es siempre el mismo.
A tal punto ha llevado la necesidad de retratar al Estado judío como arquetipo mal. Ni más ni menos que lo que le decía el predicador a su audiencia.
De manera que el “relato” (una ficción basada en algunos hechos reales) que crean los medios no es el de un conflicto; sinoel de un estado malvado que oprime a unos seres indefensos.
¿Y la Historia, y los hechos?, pues nada, en este caso en particular, parecen ser algo ya superado por la imgación de la voluntad.