El Vaticano reconoce el Estado palestino en un nuevo tratado, artículo publicado por el diario español ABC el día 13 de mayo de 2015 incurría en varios errores y omisiones.
En primer lugar, hay que destacar que el Vaticano ya reconoció en 2012 al Estado palestino. De modo que la novedad no es el reconocimiento, que ya tuvo lugar en 2012, sino que en este nuevo tratado, el Estado palestino reemplaza al firmante anterior OLP”
Así lo explicaba en uno de sus tuits un portavoz de la Autoridad Palestina, Xavier Abu Eid:
“No hay nada nuevo aquí en términos de reconocimiento de Palestina, que nos fue dado hace años por la Santa Sede . La novedad es que vamos a firmar un acuerdo con el Vaticano “
Igualmente, la crónica del diario español no daba la impresión de centrarse en dicho tratado, sino más bien de utilizar la oportunidad para acusar a Israel de hechos falsos.
Por un lado, el diario aseguraba:
El Vaticano estableció relaciones diplomáticas con Israel en 1993 pero desde entonces, los sucesivos gobiernos israelíes han ralentizado la negociación de acuerdos bilaterales sobre asuntos económicos y fiscales. Israel no reconoce personalidad jurídica a las instituciones de la Iglesia, que todavía no pueden tener propiedades ni acudir a los tribunales.
Si el diario ABC va a destacar las dificultades en las relaciones entre Israel y El Vaticano, lo mínimo que se le puede pedir es que explique los motivos.
Al margen de que fue el Vaticano quien no reconoció sino hasta 1993 a Israel, hay varios factores que influyen en la complejidad de las relaciones entre ambos. Por ejemplo, tal y como señalaba el Council on Foreign Relations (CFR) en su artículo de fondo respecto a las relaciones bilaterales:
En un ensayo sobre los cinco primeros años del acuerdo [entre Israel y el Vaticano], el rabino David Rosen, director del Departamento de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano, decía que normalizar el estatus legal del personal e instituciones de la Iglesia son asuntos complejos. A la Santa Sede le habría gustado ser considerada como una entidad extra territorial, gozando de los mismos privilegios concedidos a las delegaciones extranjeras y sus propiedades, afirmaba Rosen. Aparte del principio, hacer eso para la comunidad católica sin hacerlo para otras denominaciones cristianas habría planteado dificultados sustanciales para Israel.
Es decir, el Vaticano tienelos mismos derechos que todas las delegaciones extranjeras, pero la dificultad estriba en otorgar a la Iglesia católica privilegios por encima de otras denominaciones cristianas, como pueden ser los ortodoxos o los coptos, quienes también gozan de una importante presencia en el país.
Por otra parte, el artículo del ABC proseguía con un grave error histórico:
La autoridad moral del Vaticano y del Papa Francisco dará sin duda un nuevo impulso a la solución de dos Estados’, aprobada en 1947 por la Asamblea General de Naciones Unidas, pero bloqueada hasta ahora por Estados Unidos a petición de Israel.
Esta información es categóricamente falsa, ya que Resolución 181 de la ONU, Resolución de Partición de 1947 fue aceptada por Israel y rechazada por todos los países árabes, quienes iniciaron la guerra de 1948 contra el Estado judío.
Para finalizar, a modo de guinda anecdótica en el postre de despropósitos periodísticos, el artículo decía:
Siguiendo el orden cronológico histórico’, las plegarias corrieron a cargo de destacados rabinos, cardenales y muftíes. Los cristianos incluyeron salmos judíos, y los musulmanes la oración de San Francisco de Asís: Hazme Señor un instrumento de tu paz’.
¿Y los judíos?
Quedará para otra ocasión. Al fin y al cabo, a los redactores de ABC, poco parece importarles lo que tengan que decir.