Así, han ignorado una crónica (Palestinian security forces arrest journalist in Ramallah-area village Fuerzas de seguridad palestina arrestan a periodista en pueblo del área de Ramala) publicada el 29 de diciembre de 2014 por dicha agencia, en la que se señalaba que según un informe de 2013 del Palestinian Center for Development and Media Freedoms, hubo 78 violaciones a la libertad de expresión por parte de las autoridades palestina. A su vez, indicaba que los críticos han alertado de que la Autoridad Palestina continúa con los arrestos y detenciones, motivados políticamente, de activistas y periodistas aunque al final, casi predeciblemente, la agencia morigeraba la crónica y apuntaba a Israel como el gran culpable de la falta de libertad de expresión.
En este sentido, el periodista Khaled Abu Toameh, apuntaba en un artículo (Lo que la Autoridad Palestina no le contó al Consejo de Seguridad de la ONU) publicado por el Gatestone Institute el mismo día, que:
Lo que los palestinos no le dijeron al Consejo de Seguridad es que el estado que buscan establecer no respeta las libertades públicas, primero y principal, la libertad de expresión. Va a ser un estado donde el presidente o alguno de sus altos funcionarios podrán ordenar el arresto de cualquiera que se atreva a hablar en contra la falta de democracia y de reformas.
Y explicaba que:
Las mujeres palestinas se han convertido en las últimas víctimas del asalto de la Autoridad Palestina sobre la libertad de expresión en la Cisjordania.
En la cultura árabe, dominada por los hombres, el insulto de una mujer se considera mucho más ofensivo que uno que proviene de un hombre.
Esa es la razón principal por la cual la Autoridad Palestina [PA] ha sido rápida actuando contra las mujeres que se atreven a hablar o hacer observaciones críticas.
Los palestinos saben también que las mujeres son más vulnerables que los hombres. Al apuntar a las mujeres, la AP no sólo está tratando de intimidarlas y silenciarlas, sino también de a otros de hablar. La AP espera enviar un mensaje de que nadie es inmune a la detención o al acoso, incluso si se trata de una mujer.
Finalmente, Toameh, exponía:
La represión contra las mujeres palestinas en Cisjordania es algo que la Autoridad Palestina no quiere que la comunidad internacional y los medios de comunicación conozcan. Tampoco quiere la AP que la comunidad internacional sepa que el año 2014 fue testigo de los peores asaltos en las libertades públicas desde su creación hace dos décadas.
Según Esam Arouri, miembro de la Comité Coordinador de Organizaciones No Gubernamentales, los ataques a las libertades públicas en Cisjordania son un signo peligroso del deterioro de los derechos humanos en Palestina’. Y dijo que el año 2014 fue el peor en cuanto a violaciones de los derechos humanos desde la creación de la Autoridad Palestina.