El 18 de noviembre de 2014 un atentado terrorista contra una sinagoga en Jerusalén se cobraba la vida de 5 israelíes, dejando a otros 7 heridos.
Al día siguiente, el diario El Mundo prefería enfocar su titular en un amenazante Netanyahu.
Las víctimas del atentado quedaban así relegadas a segundo plano, y los israelíes volvían a convertirse en sujetos activos de la violencia.