En su artículo del 18 de noviembre de 2014 que daba cuenta del ataque terrorista contra una sinagoga en Jerusalén, que resultó en el asesinato de cuatro judíos que oraban y que dejó heridos a otros 8, la agencia española de noticias Efe hacía hasta lo imposible por morigerar la realidad.
El titular del texto rezaba:
El ataque en una sinagoga de Jerusalén se salda con varios muertos
¿Quién o quiénes atacaron a los fieles que se encontraban en la sinagoga es decir, quiénes fueron los victimarios? ¿Quiénes fueron las víctimas del ataque es decir, los asesinados? ¿Cuántas fueron las víctimas?
El ataque fue contra los fieles judíos que rezaban en la sinagoga. Fue llevado a cabo por dos palestinos. Cuatros judíos fueron asesinados. La policía abatió a los dos agresores mientras atentaban.
Lo que estaba claro para casi todos los medios, era una incertidumbre para Efe.
Ello, aunque en su primer párrafo, ya tenía esa información (a pesar de que obviaba explicitarla): cuatro judíos asesinados en un ataque perpetrado por dos palestinos.
Y, a pesar de hablar de ataque en el titular, la agencia decía que:
Al menos seis personas, entre ellas los dos presuntos atacantes, murieron hoy en un tiroteo en una sinagoga y yeshiva…”.
¿De dónde eran los presuntos atacantes?
¿Tiroteo? ¿Cómo en un tiroteo entre bandas; o un tiroteo entre policías y un grupo de delincuentes? ¿En qué sentido tiroteo?
La elección de la palabra “tiroteo” en lugar de “ataque” o “atentado”, da una idea (irreal) de un intercambio de disparos. Esto se refuerza con la agrupación de bajas en un total indiferenciado (victimas judías, asesinadas; victimarios palestinos) en el que víctima y victimario se confunden e igualan.
Las circunstancias de las muertes de unos y otros son muy distintas: los fieles judíos fueron asesinados; los atacantes, abatidos, muertos, mientras perpetraban un atentado e intentaban cobrarse más víctimas mortales.
Y, ¿cómo unos atacantes con cuchillo, hacha y arma de fuego devienen en “presuntos”? ¿Qué elemento falta para despejar las dudas de la agencia?
Pero luego, llamativamente, indicaba que:
“Según fuentes sanitarias, otras ocho personas resultaron heridas -algunas de ellas graves- cuando dos hombres, al parecer palestinos de Jerusalén Este, entraron en la sinagoga armados con un cuchillo, un hacha y una pistola y atacaron en dos lugares distintos a los que rezaban antes de ser abatidos por agentes”.
Entonces, ¿en qué quedamos? ¿Es válido el primer párrafo o el segundo?
El texto de Efe continuaba transfiriendo la responsabilidad de “las tensiones” a Israel y los “judíos extremistas”, de manera idéntica a como ya lo había hecho en un artículo del 14 de noviembre:
“La ciudad santa es testigo de una creciente tensión desde que a principios de julio tres extremistas judíos mataran a un menor palestinos en Jerusalén Este en venganza por el asesinato tres semanas antes a manos de exconvictos islamistas de tres estudiantes que hacían autoestop”.
Ya se sabe, de acuerdo a lo que se desprende del artículo de Efe, Israel, los judíos, son los responsables de esta situación. A fin de cuentas, son “extremistas”, unos culpables “evidentes” (sin presunciones adheridas, claro está).