La gente generalmente confunde lo que leen en los periódicos con las noticias, Abbott Liebling (periodista estadounidense; 1904-1963)
En su labor de retransmisor de la narrativa palestina, la agencia obvió cualquier comentario o versión de una fuente israelí. El mensaje, al parecer, deber llegar sin interferencias al lector: hay un culpable, y ese es Israel; hay una víctima, y son los palestinos.
En un su artículo del 9 de mayo de 2014 (Abbas muestra su disposición a retomar las conversaciones con Israel), la agencia de noticias afirmaba:
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, ha expresado este jueves su disposición a retomar las conversaciones de paz con Israel bajo la condición de que Tel Aviv libere al cuarto grupo de presos palestinos y congele la construcción de viviendas en los asentamientos.
Tel Aviv no puede excarcelar a los presos como gesto de buena voluntad para proseguir las negociaciones de paz por el simple hecho de que su alcaldía no representa al conjunto de los israelíes ni toma decisiones en materia de política exterior. Para ello, habrá que remitirse al gobierno de Israel, con asiento en la ciudad de Jerusalén.
Hasta ahí, sólo condiciones, y ninguna aclaración de:
1 .en qué sentido mostrará su buena disposición (exigir, no parece ser una actitud predispuesta hacia la negociación)
Israel no reconoce al pueblo palestino desde 1948 y los que firmaron la Declaración de Balfour y tuvieron el Mandato –en referencia a Reino Unido– no reconocen al pueblo palestino. Israel cree que (los palestinos) viven aquí por casualidad’, ha defendido.
En respuesta a su petición para reconocer (a Israel) como estado judío les dijimos que no oímos hablar de un estado judío hace tres años. Les dijimos que reconocemos el estado de Israel’, ha dicho.
Abbas decía y Europa Press no contextualizaba, se limitada a difundir sus palabras.
La de Estado judío es, ante todo, la definición del Pueblo judío como Estado-nación.
El reconocimiento de Israel del que hablan los líderes palestinos es la mera constatación de un hecho innegable de la realidad. Pero ese reconocimiento no anula las demandas a futuro de los líderes palestinos. De hecho, según el diarioThe Times of Israel(22/03/2014), Abbas se negó incluso a comprometerse a una cláusula de finalización del conflicto en cualquier acuerdo, lo que representaría la terminación de nuevas demandas palestinas a Israel.
Los líderes palestinos no quiere reconocer el derecho a la auto-determinación del Pueblo judío, su soberanía a cuyo reconocimiento, precisamente, llama la resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU- de la Nación judía.Y eso, justamente, es lo que exige Israel: el reconocimiento de Israel como el Estado-Nación del Pueblo Judío; lo que implicaría cesar futuras demandas palestinas.
Mas, parael propio Abbaslos judíos no tienen derecho a la tierra.
Justamente esto la continua negación por parte de la Autoridad Palestina de la historia judía y, consecuentemente, del derecho judío a la autodeterminación – es lo que hace necesario, vital, que un acuerdo de paz reconozca que Israel es el Estado del Pueblo-nación judío.
En este sentido, Ricki Hollander, analista de CAMERA, remarcaba que:
El hecho de que los medios oficiales de la Autoridad Palestina y, de hecho, el propio presidente Abbas nieguela historia judía y su conexióncon la tierra, y continúe retratando a los judíoscomo usurpadores e intrusosen tierra palestina, alimenta las dudas israelíes respecto de la voluntad de los palestinos para poner fin al conflicto con la aceptación del derecho nacional judío a existir en esa parte del mundo.
En tanto, y volviendo sobre las declaraciones de Abbas, éste aseguraba que Israel no reconoce al pueblo palestino desde 1948 y los que firmaron la Declaración de Balfour y tuvieron el Mandato no reconocen al pueblo palestino.
Europa Press, para no variar, no explicaba y reproducía sin más.
Y Abbas mentía sin más (¿conocedor de la tendencia periodística a no contextualizar y a no comprobar hechos?).
Israel aceptó la resolución de partición 181 de la ONU, con lo que, explícitamente, reconocía la existencia de sus vecinos árabes y su derecho a existir. Los árabes palestinos, votaron, junto a los estados árabes, en contra de la partición. Eran los árabes quienes no reconocían al Pueblo judío.
De hecho, la Declaración de Independencia de Israel proclama:
El Estado de Israel está dispuesto a cooperar con las agencias y representantes de las Naciones Unidas en la implementación de la resolución de la Asamblea General del 29 de noviembre de 1947 [Resolución 181] .
Y agrega:
Extendemos nuestra mano a todos los estados vecinos y a sus pueblos en una oferta de paz y buena vecindad, y los exhortamos a establecer vínculos de cooperación y ayuda mutua con el pueblo judío soberano asentado en su tierra. El Estado de Israel está dispuesto a realizar su parte en el esfuerzo común por el progreso de todo el Medio Oriente.
Según sus propias palabras
Líderes árabes y académicos, refería Andrea Levin, Directora Ejecutiva deCAMERA,han afirmado la inexistencia de una histórica nación palestina distintiva.
Ahmed Shukeiry, uno de los fundadores de la OLP y su primer presidente, le dijo a la Asamblea General en 1956:
Por su parte, el académicoy fundador del partido árabe israelí Balad(Nación en árabe y también es un acrónimo en hebreo para la Asamblea Nacional Democrática. Un partido de izquierda, anti-sionista que promueve el nacionalismo árabe), Azmi Bishara, en una entrevista televisadaen 2009, afirmó:
Al parecer, los propios palestinos no reconocen al pueblo palestino
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Así, pues, como se mencionaba recién, la resolución 181de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1947 recomendaba, justamente, la partición del Mandato británico de Palestina (su parte occidental, puesto que la oriental había sido concedida a la dinastía hachemita) en dos estados independientes: un estado árabe y un estado judío .
Y, tal como se indicara, los Estados árabes no sólo votaron en contra de la partición, sino que inicialmente sostuvieron que era inválida. De esta manera, fueron los propios árabes los que impidieron el establecimiento de un nuevo estado árabe en la región.
A la negativa siguió una guerra de agresión árabe contra el recién nacido Estado de Israel. Los árabes pensaron que ganarían con facilidad, que sería una masacre, tal como lo expresara Azzam Pasha, Secretario General de la Liga Árabe:
Esta guerra será una guerra de exterminio y una masacre trascendental, de la que se hablará como de las masacres mongolas y de las Cruzadas.
El resultado de esa guerra fue la ocupación de Judea y Samaria (posteriormente denominada Cisjordania por el Reino Hachemita de Jordania) por parte Jordania, y de Gaza por parte de Egipto. Ninguno de estos dos estados se planteó en ningún momento la creación de un nuevo estado árabe en los territorios por ellos ocupados.
Entonces, ¿jordanos y egipcios no reconocían al pueblo palestino?
Mas, Europa Press dejaba que Abbas fabulara, que desplegara un discurso ideológico, de manera acrítica y descontextualizada. Lo propio de una agencia de información ¿o era al revés?
Finalmente, la agencia ofrecíalo que entendía por contexto:
Los comentarios de Abbas han llegado dos semanas después de que el Gobierno israelí decidiera suspender las negociaciones tras el acuerdo de reconciliación alcanzado entre el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
El pacto entre Hamás y la OLP contempla la creación de un gobierno de unidad en un plazo de cinco semanas y la celebración de elecciones seis meses después.
El Middle East Media Research Institute daba cuenta el 2 de mayo de 2014 de un episodio de un programa infantil (Pioneros del mañana) emitido por Al Aqsa TV, el canal de Hamas, en el que una abeja gigante alienta a un niño adarle una paliza a sus vecinos judíos.
La organización Palestinian Media Watch, por su parte, informaba el 5 de mayo de 2014 que en el mismo programa una niña presentadora conducía a que dos niñas más pequeñas dijeran que cuando sean grande le dispararán a los judíos, a todos ellos.
Uno de los líderes de Hamas, Meshaal, declarabael 7 de diciembre de 2012:
Ante todo, Palestina desde el río [Jordán] hasta el mar [Mediterráneo], del norte al sur es nuestra tierra No renuncia ni abandono ni a una pulgada o pequeña parte de ella.
Segundo, Palestina fue, continua siendo y será, árabe e islámica
La yihad y la resistencia son el camino verdadero y apropiado para la liberación y la restauración de nuestros derechos.
La carta fundacionalde Hamas declara, en su preámbulo, que:
Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el islam lo aniquile, como antes aniquiló a otros.
Y e l artículo 13 decreta:
Las iniciativas, y las llamadas soluciones pacíficas y conferencias internacionales, están en contradicción con los principios del Movimiento de Resistencia Islámica
No hay solución para la cuestión palestina si no es a través de la Yihad. Las iniciativas, las propuestas y las conferencias internacionales son todas una pérdida de tiempo y empresas vanas.
¿No será por esto que al llegar la OLP a un acuerdo de unidad con Hamas, Israel dio por concluidas las negociaciones?
¿Estos hechos no son necesarios para comprender la decisión israelí?
¿Y el hecho de que Hamases un grupo terrorista(así considerado, por ejemplo, por Estados Unidos, la Unión Europea, Canadá, Japóny el Reino Unido)?
Además, a la luz de estos hechos, ¿no fue el propio Abbas el que, con su decisión, tiró por la borda las conversaciones consciente de las consecuencias de la misma?
A fin de cuentas, y según informó el el diarioThe Times of Israel el 20 de abril, antes de que se anunciara el acuerdo de unidad con Hamas:
El presidente de la Autoridad Palestina,Mahmoud Abbas amenazó con disolver la Autoridad Palestina y desmantelar las fuerzas de seguridad palestinas en Cisjordania si las negociaciones de paz con Israel fracasan.
Abbas y altos funcionarios de la AP están considerando una movida drástica, que implicaría la cancelación de los Acuerdos de Oslo de 1993 .
Tan sólo un día después, el mismo medio publicabalas nuevas demandas de la AP para extender las negociaciones con Israel; unas demandas que básicamente exigían dejar todo listo para que no haya nada que negociar.
Es decir, Abbas parecía buscar fórmulas para abandonar la mesa de negociaciones o, mejor dicho, para que fuese Israel quien cancelara las conversaciones.
¿No merece el lector recibir una información balanceada, contextualizada, sin ingredientes ideológicos añadidos por parte del redactor?
¿O el lector no debe tener el derecho o la oportunidad de formarse una idea cabal de los acontecimientos?
Europa Press parece creer que no, que, por el contrario, el lector debe ser conducido a las conclusiones que la agencia ha elegido por él.
¿Por qué habrá tomado partido Europa Press en este conflicto?