Si bien, la línea oficial del diario no parece haberse implicado ni a favor ni en contra del movimiento de Boicot, Sanciones y Desinversión (BDS) contra Israel, algunas firmas del diario sí han aprovechado sus columnas para ofrecer una amable imagen de esta iniciativa.
Si las intenciones de los autores son en todo momento loables, ya que apelan a la solidaridad y a campañas no violentas, se equivocan no obstante al no explicar el BDS en toda su dimensión política y al mostrar una imagen distorsionada de la relación entre israelíes y palestinos.
Así pasaba con el artículo del analista Jesús A. NúñezVillaverde y así pasa con el artículo del comidista, Mikel López Iturriaga.
Fresco y con una Buena dosis de ironía, el Comidista es uno de los blogs más populares del diario El País. Según lo definía la también columnista Elvira Lindo, ocupa el 70% de sus columnas hablando de comida. En el 30% restante se le cuela la actualidad, y ahí es donde suele meterse en líos.
En esta ocasión, Las aventuras de Scarlett en Cisjordania (08 de febrero de 2014) más que meterse en un lío, el Comidista incurre en opinions precipitadas.
Resulta llamativa la presentación que de sí mismo hace el autor, cuando no sin humor afirma que aun a riesgo de cargarme mi merecida fama de agente del Mosad, fundada en la publicación de varias recetas judías y un artículo sobre una señora gallega que hace dulces sefardíes, expresaré mis reservas ante las excusas de la intérprete.
El problema es que esta afirmación más bien parece una disculpa. Gran parte de aquellas personas que va a criticar a Israel suelen iniciar su relato asegurando o bien que tienen amigos judíos, o bien que seguro que tienen sangre judía… Esto de ser sospechoso de permanecer al Mossad es sin duda una graciosa evolución de ese pensamiento.
Asegura el Comidista:
Alegar que SodaStream fomenta el buen rollito en Oriente Próximo y que trata bien a los empleados palestinos es de un ingenuo que tumba: no hay más que leer un par de periódicos
Pero se equivoca. Basta leer algún periódico para saber que los mismos trabajadores palestinos alaban la empresa de Sodastream y desean trabajar ahí. Tal vez eso no sea la panacea de la situación, pero algo de buen rollito sí parece.
Obviamente, el Comidista está en contra de la presencia israelí en Ma’ale Adumim y tiene todo el derecho del mundo, pero negarle a Sodastream lo que los mismos palestinos defienden, es una extraña manera de entender el pro-palestinismo.
Posteriormente, vuelve aprecipitarse El Comidista cuando asegura:
Avigdor Lieberman, el ministro ultraderechista israelí que en su momento sugirió lanzar bombas nucleares sobre Gaza, diga que mereces un Oscar por tu valentía suena a mancha difícil de borrar de tu biografía.
El Comisdista podía haber elegido muchos otros comentarios polémicos de Lieberman, pero en este caso da por válida una acusación que hizo Erdogan y que no está muy claro que sea cierta.
Por cierto que hablando de lanzar bombas nucleares…
El moderado Jibril Rajoub es Secretario General Adjunto del Comité Central de Fatah, jefe del Comité Olímpico Palestino y ex director de la Fuerza de Seguridad Preventiva en Cisjordania, además de jugar un importante papel en las negociaciones de paz, fue signatario de la Iniciativa de Ginebra que apostaba por la solución de dos estados. Protagonizó en su día una campaña publicitaria asegurándole a Israel “Yo soy tu socio”. Bien, pues ese moderado, tal y como informó el Washington Times (09 de mayo de 2013), opinó que se llevaban a cabo negociaciones paz por el único hecho de que los palestinos carecen de poderío militar, y declaró:
Eso sí que no fomenta el buen rollito.Juro, que si tuviéramos una bomba nuclear, la habríamos utilizado esta misma mañana.