El diario argentino Página12 publicó un artículo el 12 de agosto de 2013 que destacaba que:
“A dos días del reinicio de las conversaciones de paz y un día después de que Tel Aviv confirmara el llamado a licitación para construir nuevos asentamientos en Jerusalem oriental, el gobierno de Benjamín Netanyahu confirmó que cumplirá la promesa de liberar a los primeros 26 detenidos, de un total de 104. En la Franja de Gaza y en Cisjordania se prepara la bienvenida”.
Evidentemente, el periódico, desconocedor de la realidad israelí, e incapaz de realizar una inferencia muy simple, asegura que la Municipalidad de Tel Aviv tiene jurisdicción (al menos en temas de construcción) sobre la ciudad de Jerusalén, el asiento del gobierno israelí, es decir, la capital del Estado Judío.
¿O será que, al escribir el nombre de dicha ciudad en inglés, Página12 la considera aún como el corpus separatum que no llegó a ser?
Pero esto no es todo. El diario prosigue haciendo un trabajo digno del ministerio de prisiones de la Autoridad Palestina:
“Entre los presos que llevan más tiempo encarcelados está Muhamad Ibrahim Nasser. Su esposa Samia está entre la esperanza y la desesperación. El hombre, hoy de 57 años, fue detenido en 1985 y desde entonces está en la cárcel. Tiene tres hijos, un varón de 30 años y dos niñas que crecieron sin su padre”.
“La mujer de Nasser sabe que su esposo no está en la lista de quienes serán liberados el próximo miércoles. En la misma situación están Karim y Maher Junes, los palestinos que más tiempo llevan en cárceles israelíes, 30 años y contando”.
Descorazonador. Un retrato de las víctimas de la “opresión” israelí. Un retrato de la pasividad, de la espera y de la abnegación palestina ante esa desesperante “tiranía”.
Pero entonces, Página12 decide que es el momento de explicarle al lector quiénes son los últimos dos presos:
“Ambos detenidos cumplen condena por el asesinato del soldado Avi Bromberg, cuyo sobrino que lleva su mismo nombre se opone al plan propuesto por Netanyahu”.
Ambos detenidos secuestraron a Avi Bromberg, le dispararon y lo dejaron tirado al costado de la ruta. Bromberg murió días después.
Pero eso es entrar en mucho detalle, y puede conducir a que el lector se forme un criterio propio desviándose de la narrativa que el medio parece querer imponer.
Por ello, Página12 cierra reproduciendo las declaraciones del sobrino de Bromberg:
“Para él, los presos palestinos son como ‘animales salvajes’ que ponen en peligro otras vidas humanas. Además duda del sentido del gesto conciliador. ‘Las conversaciones de paz fracasarán de todas maneras’, concluyó”.
Que quede claro quién es quién en la historia maniquea que promueve el medio argentino. A Bromberg hay que, permítase el neologismo, des-victimizarlo: los sentimientos de compasión, pena, empatía están reservados para una sola de las partes.
“Naamih Mansour, de 60 años, muestra una fotografía de su hijo Esmat Mansour, que lleva 21 años en una cárcel israelí”.
Mantsur Omar Abdel Hafiz Asmat, según publicó CAMERA, fue arrestado en1993 y declarado culpable de complicidad en el asesinato de Chaim Mizrahi, un civil israelí, y condenado a 22 años de prisión.
Chaim Mizrahifue asesinado el 29 de octubre de 1993. Los asesinos lo atacaron y huyeron en su vehículo (Mantsur fue el encargado de introducir el cadáver en el baúl del coche). Luego quemaron y abandonaron el vehículo al norte de Ramallah. Mizrahi tenía treinta años. Su mujer, que estaba embarazada, dio a luz medio año después.
Pero no se verá una foto de Mizrahi, en familia, o de su hija abrazando un retrato del padre que nunca conoció. En el mundo de Página12, se lava la imagen del victimario y se señala o desautoriza a la víctima.