En un artículo titulado Israel bombardeó un cargamento de misiles antibuque rusos en Siria, publicado el 13 de julio de 2013 por la agencia de noticias Europa Press se indicaba que:
Israel bombardeó el pasado 5 de julio contra un cargamento de misiles antibuque rusos localizado en una base militar siria de la ciudad portuaria de Latakia, en el oeste de Siria, según han confirmado funcionarios estadounidenses a las cadenas CNN y ABC.
De confirmarse, sería el cuarto ataque perpetrado por Israel en lo que va de año contra objetivos militares en Siria. En este caso, se trataba de un cargamento de misiles Yakhont, de fabricación rusa.
¿De confirmarse? Pero, entonces, ¿cómo se explica el título que lo da como un hecho?
La agencia, impertérrita, continuaba diciendo que:
Rebeldes sirios aseguraron entonces haber visto a cazas israelíes sobrevolando el cielo de la ciudad de Al Hafá, en el este de la provincia de Latakia. Varios soldados habrían muerto y resultado heridos a causa del bombardeo, según el Observatorio Sirio.
Y, recién en un último y escueto párrafo, le daba voz a la versión israelí:
Hace bastante tiempo que no intervenimos en la guerra sangrienta de Siria. Las líneas rojas’ están ahí y las vamos a mantener’, ha alegado Yaalon, citado por el periódico israelí Yedioth Ahronoth.
¿Por qué la versión israelí merece tan poca extensión y un lugar relegado en la noticia?
¿Por qué el título asegura algo que la propia agencia no da por confirmado?
¿Acaso no saben que son múchos los que leen por encima las noticias, incluso únicamente los titulares?
En tanto, la citada cadena CNN, en su blog sobre seguridad, titulaba esta misma noticia, el 12 de julio de 2013, de la siguiente manera:
Israel believed behind recent Syria strike (Se cree que Israel está detrás del reciente ataque en Siria)
US Official: Israel Launched Airstrike in Syria Last Week (Funcionario estadounidense: Israel lanzó ataque aéreo en Siria la semana pasada)