Que otros medios hayan reproducido ese poema no exime sin embargo al diario El País de la decisión de publicar (y defender en su artículo paralelo) un texto plagado de falsedades, firmado por un personaje de dudoso pedigrí, que se ampara en la supuesta literatura para envenenar a sus lectores con un rancio odio.
Respecto al contenido del poema, y más allá del cinismo de querer aparecer como “unido” a Israel, sus argumentos son fácilmente desmontables ya que Günter Grass no es un experto en Medio Oriente y por lo tanto apenas hay contenido relevante que destacar.
Habla de la amenaza de “exterminar al pueblo iraní/subyugado y conducido al júbilo organizado/por un fanfarrón”, pero no explica que la única amenaza de exterminio de la región pende precisamente sobre Israel, ya que fue Ahmadineyad, cuya peligrosidad Grass rebaja al tildarlo de tan sólo “fanfarrón”, quien dijo que había que borrar a Israel del mapa, y reciéntemente lo calificó de cáncer al que hay que extirpar. Jamás Israel, ni ningún otro país opuesto a que Irán se haga con armamento nuclear ha hablado de “exterminar” a ningún pueblo, sino de un ataque específico a las centrales nucleares.
Por otra parte, decir que “Israel, potencia nuclear, pone en peligro/una paz mundial ya de por sí quebradiza” es desconocer totalmente lo que sucede en la región, ya que es el hecho de que Irán se arme con energía nuclear lo que preocupa poderosamente a los vecinos. A modo de ejemplo, Meir Litvak, de la Universidad de Tel Aviv declaraba recientemente al diario Clarín que:
“Los saudíes ahora afirman que si Irán obtiene armas nucleares ellos las obtendrán también. Durante años, no hicieron nada aunque sabían o temían que Israel tuviera tales armas. La razón es que ellos saben que Israel no representa ningún peligro para ellos, pero Irán sí. “
Pero el objetivo último de Günter Grass no es el de ofrecer un análisis objetivo de lo que sucede en la región sino el de inocular aún más la animadversión hacia Israel, anulando cualquier respuesta a su crítica que pueda tachar al escritor alemán de antisemita.
Publicando este poema el diario El País ha ofrecido su tribuna a un personaje con un siniestro pasado del que parece haber aprendido poco y se ha convertido en cómplice de su discurso ideológico. Es una vergüenza para un medio serio, que en los últimos tiempos estaba dando muestras de gran profesionalidad. Todos esos avances se desvanecen en la nada al colaborar y aplaudir el discursodel ex-Waffen SS.