El artículo Israel ordena demoler una planta solar pagada por España, firmado por Raquel García en el diario Público el 17 de Noviembre de 2011, denuncia la decisión israelí de destruir la estación fotovoltaica del pueblo de Mnaizel (Cisjordania) subvencionada por la Agencia Española de Cooperación (AECID) y construida en 2009 por la ONG catalana Seba.
Escrito desde la perspectiva palestina, el artículo no ofrece una sola declaración por parte de las autoridades israelíes.
Si la periodista hubiera llamado a algún portavoz israelí para corroborar la información, habría descubierto que no tenía ninguna noticia: Israel había comunicado una semana atrás la congelación de dicha demolición.
Así se lo confirmaron a ReVista de Medio Oriente fuentes diplomáticas israelíes, consultadas al respecto.Según explicaron dichas fuentes, la ONG Seba inició este proyecto hace dos años. La planta se construyó sin la autorización gubernamental, y en consecuencia, hace aproximadamente un mes, la burocracia israelí notificó a los responsables que disponían de 30 días para solucionar las cuestiones legales y que, de lo contrario, las autoridades procederían al derribo de la planta.
La ONG denunció en su día las intenciones de demolición y varios medios se hicieron eco de la información. Posteriormente, representantes de la Embajada española en Israel se reunieron con representantes del ejército y solucionaron el problema: la demolición fue congelada.
Recientemente, aún sabiendo que las autoridades negocian cómo legalizar la planta, la ONG Seba organizó un encuentro con periodistas para volver a denunciar lo que habían denunciado en su día y que ya había sido rectificado. Un encuentro que, según fuentes israelíes, tuvo lugar días después de la notificación de la parálisis de la demolición.
La periodista de Público, Raquel García, escribió un artículo al respecto que, al haber prescindido completamente del punto de vista israelí, resultó no sólo desequilibrado, sino también falso.
Al día siguiente, el 18 de Noviembre, el corresponsal Eugenio García Gastón escribía en Público respecto a la congelación del derribo que:
La decisión se conoce un día después de que Público publicase un reportaje sobre el incierto futuro de la planta fotovoltaica. Tras una protesta de la Embajada israelí en Madrid, en la que se aseguraba que la planta no se iba a demoler, este diario se puso en contacto con el Consulado de España en Jerusalén y con la Agencia Española de Cooperación Internacional, que dijeron que no tenían conocimiento de la orden de detener el derribo.
Sin embargo, el mismo día, el 18 de Noviembre, la Agencia EFE informaba:
La marcha atrás se produjo y fue comunicada a SEBA a finales de la semana pasada, aseguró hoy a Efe el portavoz de la Coordinación del Gobierno israelí para las Actividades en los Territorios palestinos (COGAT, por sus siglas en inglés), Gay Inbar.
Es decir que esa información sí existía días antes de que Raquel García escribiera su artículo, a pesar de que García Gascón haya querido maquillar el error de su compañera, alegando que la AECI y el Consulado de España no lo sabían.
Un error que consiste en no haber corroborado la información contrastándola con algún portavoz israelí, que se lo habría explicado a la periodista, evitando así la publicación de una información falsa.