En conducción existe un fenómeno llamado punto ciego, un espacio que el conductor no puede ver a pesar de la utilización del retrovisor lateral y del exterior, ya que se encuentra en un ángulo indetectable para ambos espejos.
Del mismo modo, hechos recientes parecerían indicar que en ciertos medios de comunicación hispanos también existe un punto ciego que no permite a los periodistas ver aquello que se encuentra en un ángulo indetectable desde su perspectiva ideológica. Lo problemático es que este fenómeno priva a sus lectores de una visión panorámica y completa acerca de lo que está sucediendo en Medio Oriente.
Por un lado, el blog de ReVista de Medio Oriente ya denunciaba el silencio informativo ante las últimas declaraciones del juez Goldstone. Quien fuera ampliamente citado cuando emitió un informe acusatorio contra Israel, fue recriminado al retractarse y pasó al anonimato más absoluto cuando manifestó su rechazo radical a acusar al Estado de los judíos de régimen de apartheid. No se puede achacar el silencio en torno a su escrito a la poca visibilidad de éste, ya que fue publicado en uno de los medios de referencia más leídos en el mundo: el New York Times. Sin embargo, sólo se hicieron eco de sus declaraciones dos páginas en español (Iton Gadol/Agencia Judía de Noticias y Aurora Digital)
Por otro lado, el presidente palestino, Mahmud Abbas declaraba en una entrevista con Henrique Cymerman que haber rechazado el plan de partición de 1947 fue un error de todo el mundo árabe. Lo que Carlo Strenger, tildaba en su columna de Haaretz de mensaje crucial, volvía a pasar prácticamente inadvertido para la prensa hispano parlante. Strenger escribía que al hacer esas declaraciones, Abbas se había convertido en:
el primer líder palestino en cambiar un elemento sagrado de la narrativa palestina: la representación de sí mismos como de puras víctimas.
De nuevo la prensa internacional se hacía eco de las declaraciones del presidente palestino, mientras que en los medios hispanos (salvo honrosas excepciones), la información apenas encontraba su espacio.
Cuando esto se escribe, los focos mediáticos apuntan a la condena realizada por Ban Ki Moon a las construcciones israelíes en los asentamientos. Sin duda las palabras del secretario General de la ONU deben ser transmitidas por la prensa. Pero, cuando menos, llama la atención que hayan sido tan prestos en cubrir la condena y que, sin embargo, hayan olvidado reportar también las declaraciones del propio Ban Ki-Moon pidiendo a los palestinos que se abstengan de intentar ingresar a otros organismos, como sucedió hace días con la UNESCO, ya que estas acciones “no benefician ni a Palestina y benefician a nadie”.
Los manuales de conducción advierten a los conductores acerca del peligro de esos puntos ciegos. La persona al volante es así consciente del riesgo al que se enfrenta y sabe que no basta con fiarse de lo que los retrovisores le enseñan. A veces debe girar la cabeza y esforzarse por mirar más allá.
Del mismo modo, hay que advertir a los medios acerca del peligro de sus puntos ciegos y de que no basta con fiarse de lo que el retrovisor de su ideología les muestra. Deben mirar más allá si desean obtener y transmitir una imagen más fiel a la realidad. Ése es el pacto tácito que tienen con sus lectores y con su audiencia.