Una noticia de The Washington Post y ABC
Opinión: Por Ramón Pérez Maura
¿Recuerdan la guerra de Gaza en 2008-2009? Fue uno de los conflictos más manipulados del sempiterno enfrentamiento palestino-israelí. Hasta en estas siempre dadivosas páginas de ABC se dio acogida a voces ¡como Eduardo Galeano!- que para nada merecían tanta generosidad. Algunos alzamos la voz repetidamente denunciando la perfidia que iba incluida en el análisis de lo que estaba sucediendo en esa franja territorial que linda al sur con Egipto, al este y norte con Israel y al Oeste con el mar Mediterráneo. Fue inútil.
Al fin en abril de 2009 el consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas encargó al juez (judío) surafricano Richard Goldstone una investigación sobre la guerra de Gaza y, más en concreto, sobre las denuncias de que las Fuerzas de Autodefensa Israelíes habrían intentado acabar con la vida de pacíficos civiles. Sólo cinco meses más tarde Goldstone presentaba un informe en el que se repartía culpas por igual a ambas partes, Ejército israelí y la organización terrorista Hamas. Mas casi dos años después, el pasado viernes Goldstone publicaba un artículo de opinión en The Washington Post (Reconsidering the Goldstone Report on Israel and war crimes) en el que se retractaba de casi todo lo sostenido en su informe de septiembre de 2009.
Sucede ahora que el que ejecutó el daño, el juez Goldstone, nos confiesa a estas alturas que si hubiera sabido entonces lo que sé ahora su informe hubiera sido un documento diferente. Y es que desde entonces ha quedado claro que Israel no tuvo a civiles como objetivo y que sus tribunales de justicia están investigando todas y cada una de las acusaciones de que sus tropas intentaran masacrar civiles. Y esa investigación incluye todos los casos en los que hubo civiles muertos accidentalmente. No ha habido el más mínimo intento por parte de Hamas de establecer una investigación independiente de lo realizado por sus terroristas en Gaza.
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Comentario de ReVista de Medio Oriente
El Informe Goldstone fue dado por 100% válido por muchos medios de comunicación hispanohablantes, a pesar de que los datos en los que se basaba Goldstone eran incompletos y subjetivos, pues se centraban en analizar minuciosamente a Israel, y, aunque analizaban también las acciones de Hamás, la práctica totalidad de las más de 500 páginas del informe criticaban, sobre todo, las acciones de Israel durante la guerra.
ReVista de Medio Oriente ha denunciado en varias ocasiones un proceso claramente tendencioso en contra de Israel que se gesta dentro del seno de la ONU, concretamente dentro del denominado Consejo de Derechos Humanos, dominado por países no democráticos. Y del que, en su reciente artículo de retractación el propio juez Goldstone, asegura que su historia de parcialidad contra Israel no puede ponerse en duda casi un 70% de las resoluciones condenatorias de ese consejo han tenido como acusado a Israel-.
Incluso ahora, tras la confesión del juez que afirma que Israel no cometió crímenes de guerra y que no intentó asesinar civiles, al contrario que Hamás-, algunos periodistas señalan a Israel como el responsable tras bambalinas de esa decisión individual del juez Goldstone. Entre ellos: Eugenio García Gascón, de Público.es, quien es incapaz de reconocer que el informe era parcial y prefiere atribuir la decisión del juez a las presiones por parte de las comunidades judías del mundo, ignorando los hechos y los tremendos huecos del informe que fue revisado en detalle por los analistas de CAMERA-.
Así, los mismos medios que, en su momento, tomaron por sentada la precisión y veracidad del Informe Goldstone, otorgándole una tremenda difusión, son los mismos que ahora apenas se atreven a mencionar en algunos casos ni siquiera lo hacen- los terribles errores de ese documento. Incluso, otros medios hispanohablantes vilipendian la credibilidad del juez Goldstone, a quien antes otorgaban un crédito absoluto cuando publicó un informe dañino contra Israel.
Cabe preguntarse qué ocurrirá con otros fenómenos que han servido a muchos para lanzar tremendas campañas mediáticas antisemitas e informes condenatorios, como las flotillas de la libertad, que también, se ha comprobado ya, que están intrínsecamente ligadas a los terroristas de medio mundo.