En la línea de lo que pedía ReVista de Oriente Medio, el diario español EL PAÍS hizo público su rechazo a los comentarios negacionistas y banalizadores de la Shoá realizados días antes por su colaborador Nacho Vigalondo.
En su comunicado, el periódico explica que:
El diario EL PAÍS ha decidido retirar la campaña de publicidad protagonizada por Nacho Vigalondo como consecuencia de los comentarios realizados por el cineasta en su cuenta personal de la red social Twitter sobre el Holocausto padecido por el pueblo judío.
Nacho Vigalondo es un director de cine español conocido por haber sido nominado en el año 2004 a los Premios Oscar en la categoría de mejor cortometraje. Recientemente, había sido contratado por el diario para dirigir y protagonizar uno de sus anuncios publicitarios, convirtiéndose así en su imagen pública.
El 28 de enero de 2011, el cineasta había escrito en su cuenta de Twitter: “Ahora que tengo más de cincuenta mil followers y me he tomado cuatro vinos podré decir mi mensaje: ¡El holocausto fue un montaje!”.
Inmediatamente, su comentario despertó múltiples reproches. Sin embargo, esto no hizo que Vigalondo se echara para atrás en su discurso. Por el contrario, decidió seguir en su espiral de provocación, llegando a publicar cosas como:
¿Cómo se llamaba la película esa de Spielberg? Ah, sí… Parque Judaico
Cómo se llamaba la película esa de Spielberg… Ah, sí A todo gas.
Decoraban las paredes con cuadros de Degas
Cómo era la película de Spielberg… Anna Frank’s catch me if you can
Ante la lluvia de críticas a este director que también aseguraba que El niño del pijama de rayas se va de marcha o bromeaba con una película imaginaria Encuentros en la tercera fosa, Vigalondo consideró escribir un primer artículo aclaratorio en su blog (también alojado en los dominios de EL PAÍS) bajo el título Holocausto Vigalondo.
En dicho artículo, Vigalondo achacaba las críticas de las que ha sido objeto a la falta de sentido del humor de los internautas y de los lectores, y también aseguraba que no es la primera vez que sus chistes provocan malestar.
Concluía con una supuesta disculpa, donde afirmaba que:
En cualquier caso, alguno estará en su pleno derecho de pensar que, en el principio de todo estaba mi provocación siniestra, tan fácilmente evitable. Que, a fin de cuentas, yo debería ser más cauteloso a la hora de practicar un humor tan negro, más ante tantos ojos de extraños, y más anunciando periódicos por la tele. En realidad no me cuesta pedir perdón por prender semejante mecha. Y pedir perdón por el incómodo fin de semana que algunos han vivido en la redacción del periódico a raíz de todo esto.
Y, por supuesto, está el perdón a todos los que se haya podido ofender con mis juegos de palabras y mis chistes. También les pido disculpas pero añado, no como arrogancia, sino como una rendida advertencia de mis limitaciones, de mis vaivenes, de lo poco que puedo prometer, de lo poco que puedo guionizar…
¡No entréis en mi twitter nunca más!
ReVista de Oriente Medio reprochó entonces su tono altivo y la falta en sus declaraciones de cualquier indicio de arrepentimiento, a la vez que lamentaba que Vigalondo no se desdijera de sus comentarios negacionistas y banalizadores.
Al tratarse de una figura pública ReVista también pidió a EL PAÍS que se desvinculara clara y públicamente de alguien que niega y hace burla del Holocausto.
El 3 de febrero de 2011 EL PAÍS informaba de que suspendía la campaña publicitaria protagonizada por Nacho Vigalondo, quien además había comunicado su decisión de cerrar el blog Diario Cinematográfico que tenía alojado en la edición digital de EL PAÍS.
El diario español es contundente en su explicación:
Nacho Vigalondo bromeó en Twitter sobre el Holocausto a título personal, y en un soporte ajeno a EL PAÍS, pero el periódico considera inaceptables e incompatibles con su línea editorial los comentarios vertidos por el realizador. EL PAÍS pide disculpas por lo sucedido.
A pesar de que el diario asegura que la decisión fue tomada el sábado, nada más tener conocimiento de los citados comentarios, entendemos que las cartas de protesta llegadas a la redacción del diario y a las manos del cineasta colaboraron en esta toma de postura, ya que el propio Nacho Vigalondo publicó un segundo artículo aclaratorio bajo el título ¡Último Post! en el que, ahora sí, pedía disculpas por el dolor causado por su blog y condenaba el antisemitismo y el negacionismo:
Pido disculpas por el dolor que está causando mi tweet.Quiero aclarar que ni soy antisemita ni negacionista. Cualquiera que conozca mi trayectoria, ya sea escrita o en medios audiovisuales podrá comprobar que jamás me he acercado a esas posturas, a las que condeno radicalmente.
El tweet que ha levantado la polvareda no es la declaración de un revisionista, es la parodia de una actitud así.
Lo reitero por si acaso: no soy negacionista, no soy antisemita.
Lo siento.
En este Ultimo Post, el protagonista de la polémica también informaba de su decisión de abandonar su blog:
Por otro lado, a raíz de todo lo que ha pasado desde el pasado viernes, somos conscientes de que la suspensión de este blog puede ser una medida consecuente.
Aunque la decisión parece tomada en un acto de contricción por el propio Vigalondo, algunos medios la achacan a presiones de EL PAÍS.
Hay que destacar que el diario EL PAÍS es el perióco más leído en su edición impresa y que goza de prestigio internacional, a pesar de que tiene una trayectoria muy problemática en su tratamiento del conflicto de Oriente Medio. Sus corresponsales en la zona, sus columnistas de opinión o algunas de sus viñetas han destilado, y todavía lo hacen, un profundo odio hacia Israel y los judíos. Esta información sesgada tiene consecuencias como lo sucedido con Nacho Vigalondo. El desprecio y la diaria difamación hacia lo judío abren las puertas a que cualquier antisemita considere legítimo su discurso. Por eso es especialmente importante que EL PAÍS haya optado por desligarse completa y públicamente de su antiguo colaborador.
ReVista de Medio Oriente aplaude a el diario EL PAÍS, quien con su decisión de prescindir del señor Vigalondo ha dejado clara su postura de rechazo hacia el negacionismo y la banalización del Holocausto. Ojalá este sea el primero de una larga serie de pasos hacia la información neutral y veraz, y donde el odio a Israel y a lo judío no tengan cabida.