Maruja Torres y El País: bochornoso periodismo (ahora incluyendo a CAMERA)

cuyas listas de vigilancia de medios de comunicación y periodistas, colgadas en su página de Internet, erizan los vellos (tienen hasta a Oprah y a Marie Claire en su elenco negro) e intoxican que da gloria.

Evidentemente la Sra. Torres considera que los lectores de Oprah y Marie Claire no merecen leer periodismo responsable y libre de errores y así también extiende esa actitud a los lectores de El País con su artículo. Refiriéndose por ejemplo a las muertes por explosivos de una madre y sus cuatro niños en la Franja de Gaza el 28 de abril pasado, la Sra. Torres acusa a Israel de esta calamidad, sin informar a sus lectores que los objetivos del ataque por parte de Israel eran terroristas que cargaban materiales explosivos, y que la explosión de éstossumada ala proximidad de los terroristas a la población civil, causaron la tragedia.

¿Para qué entrar en el tema de cuán trágicas son las guerras para la población civil si uno puede acusar a Israel y así aparecer justo y solidario? Teñido de inagotable sarcasmo, el artículo en El País no ofrece ni información, ni análisis. Incluyendo el nombre de Jehová (¿el Dios de los Judíos?) al principio y final del artículo puede parecer un giro literario para la Sra Torres y El País, pero en realidad hace que la acusación esté dirigida a los judíos, no sólo a Israel. Esto es, como mínimo, impropio.

CAMERA, defamada sin base alguna en las páginas de El País, envió una carta de respuesta al director de este periódico, pero la carta no fue publicada. Llamadas telefónicas y el reenvío de la carta no produjeron ninguna respuesta o acción por parte de El País (ver actualización abajo).

A continuación copiamos el artículo de Maruja Torres y la carta de respuesta de CAMERA.

Cada día recibimos señales de que Jehová protege al Estado de Israel, que, en su feliz 60 cumpleaños, puede organizar todos los juegos pirotécnicos que le salgan de los tirabuzones. Teníamos ya bastantes indicios acerca de las bendiciones que dicha nación atrae. Y no aludo sólo a la sopa boba que les cae de Estados Unidos en forma de donaciones y ayuda militar y seguimiento ciego; ni a los intentos de borrar de Google la catástrofe palestina -Nakhba-, de la que también en estos días se conmemora el 60 aniversario, puesto que sobre ella se edificó el Estado de Israel. Tampoco hablo del Comité para la Precisión de la Información sobre Oriente Próximo en América (CAMERA, en sus siglas en inglés), cuyas listas de vigilancia de medios de comunicación y periodistas, colgadas en su página de Internet, erizan los vellos (tienen hasta a Oprah y a Marie Claire en su elenco negro) e intoxican que da gloria.

Me refiero a cómo Israel ha sobrevivido, incólume, a la última canallada palestina. Hace dos días escasos, unos jodidos niños, junto con su madre, concibieron la perfidia de desayunar en su refugio del norte de Gaza, precisamente cuando unos proyectiles del Estado judío pasaban por allí, fumigando terroristas. Cuatro de los pequeños y la mamá volaron al paraíso un poco antes de lo previsto: no hay mal que por bien no venga. Ojitos por ojo, podríamos decir. Boquitas a media dentición por diente.

Sabemos cuál es el juego de los medios. Parecía que la prensa iba a volver a cebarse en Israel y en su sobredimensionado cerco a Gaza. Pero un suceso de mayor trascendencia borró a la familia palestina de la actualidad, es decir, de la memoria: el tema del padre (nuestro: occidental) que violó y secuestró a su hija durante más de dos décadas. Eso da mucho más de sí, informativamente hablando.

Jehová, qué grande eres.

Carta al director de El País enviada desde CAMERA

En el artículo titulado “Malditos palestinos” del 1 de mayo pasado, Maruja Torres ataca a la organización CAMERA de Estados Unidos por crear “listas de vigilancia de los medios de comunicación y periodistas” en temas referentes a Israel y el Medio Oriente.

CAMERA en realidad escruta el periodismo con el fin de que la información que llega a los lectores sea precisa. Dado que en nuestros tiempos los medios de comunicación afectan profundamente las decisiones políticas, la información imprecisa, o intencionalmente ambigua, contribuye a crear prejuicio y a promover actos políticos, a menudo de graves repercusiones. Basta con visitar el sitio de CAMERA para comprender que la actividad de CAMERA está basada en el análisis y el argumento a partir de hechos documentados.

Típico de la labor de CAMERA es responder a artículos tendenciosos justamente como el de Maruja Torres, y no sólo porque nos haya mencionado usando una serie de peyorativos ininteligibles. La autora cita el incidente del 28 de abril en la Franja de Gaza en el cual, desafortunadamente, murieron una madre y sus cuatro niños, y culpa a Israel de la ¨canallada¨. En realidad, la investigación del ejército de Israel, publicada con videos en el Internet, muestra que las muertes en esta familia ocurrieron como consecuencia de una explosión secundaria de los explosivos que cargaban los terroristas hacia los cuales el ejército dirigió el fuego. Revelada esta información, ¿no deberíala periodista adjudicar a su vez alguna parte de la culpa por la muerte de inocentes civiles a la política de Hamás de albergarse entre ellos, (o de utilizar ambulancias…) con la intención de arrastrar a la población civil al campo de fuego?

ACTUALIZACIÓN: 27 de agosto de 2008

Los lectores de El País se beneficiarán leyendo información y opinión balanceadas y veraces sobre la situación en el Medio Oriente, aunque haya pasado demasiado tiempo desde la publicación del artículo de Torres.